El pasado 20 de junio, el FC Barcelona logró conquistar la ACB. El conjunto de Sarunas Jasikevicius se impuso al Real Madrid por 82-93 en el tercer partido de las finales y finiquitó el título por la vía rápida, en un encuentro disputado en el Wizink Center.
En la previa del partido, se vivió un momento lamentable cuando los jugadores del Barça se disponían a entrar al pabellón madrileño. A las habituales faltas de respeto recibidas por la expedición azulgrana, un par de aficionados insultaron, de manera racista, a James Nnaji. Un acto totalmente repugnante y en el que tanto el Barça, como la Comisión Nacional Antiviolencia tomaron cartas en el asunto, denunciaron lo sucedido.
Pues bien, en las últimas horas, el periodista Marc Mundet ha confirmado que dichos insultos van a quedar sin castigo. El caso ha quedado cerrado después de que no se haya podido identificar a los autores por falta de imágenes, pese a las gestiones que se llevaron a cabo con el coordinador de seguridad de la instalación. Mundet ha apuntado que el caso estaba en manos de la Policía Nacional, pero que al no haberse podido identificar a nadie, no hay propuesta de sanción posible.
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Tras acabar el partido, Jasikevicius entonó un duro discurso en rueda de prensa sobre lo sucedido. “Esto no va con los valores del Real Madrid y con sus seguidores y tenemos que estar muy enfadados. Esto no puede ser, me da igual que sea un jugador del Real Madrid o del Barça o de otro equipo, no puede ser, hay que controlar esto y pelear contra esto y lo vamos a hacer porque más importante que el título es esto”, explicó ante los medios.
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Desgraciadamente, la voluntad de luchar contra lo sucedido por parte del técnico lituano ha quedado sin consecuencias, y debe hacer reflexionar a todas las partes afectadas.