Meses antes de que la matara a ella y a su hijo Lucas, Rosario ya le tenía miedo a su hermano Manuel. El 27 de mayo, el hombre entró en la casa familiar de su hermana en Las Gabias (Granada), la golpeó y la mató con una lanza. Asesinó también a su sobrino Lucas, de tres años. La investigación de la Guardia Civil de Granada resolvió el triple crimen, que dejó al descubierto el rencor del hermano. Esa explosión de violencia, sin embargo, se había venido anunciando tiempo atrás y podría haber tenido otros episodios anteriores que habían generado mucho miedo en la mujer y el resto de la familia Jurado.
Una grabación revela los temores de la mujer hacia su hermano. Se realizó el pasado año, con su padre ya gravemente enfermo –falleció en diciembre de 2022-. La familia iba a tener una reunión, pero la mala salud del padre lo impidió.
–“Rosario, ya no va el Manuel, ya no va”, dice el padre. “Me ha visto a mí que estoy llorando y me ha dado a mí como un infarto y ha tenido que venir, que yo estoy malo. Ya no va el Manuel, no va”, le anuncia su padre.
“Manuel no está bien”
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Los Jurado vivían en Torredelcampo (Jaén). El hijo, Manuel, se había quedado en el pueblo cuidando y trabajando las tierras. La hermana, Rosario, había ido a la universidad, estudiado farmacia, se había casado con un piloto y se había mudado a un chalet cerca de Granada. Tenían un hijo y muy pronto iban a tener otra, que iba a nacer en junio de 2023. En la conversación con su padre, se ve que la mujer no se fia de las intenciones de su hermano. Le pregunta a su padre por ellas, se ve que no es la primera vez que han hablado de ese tema:
-“Claro, pero ¿qué era lo que iba a hacer el Manuel, papá?, ¿Qué me has dicho que iba a hacer el Manuel?”.
El padre duda (“Mira, Rosario…”), pero su hija insiste (“dime”). Y el hombre responde anunciando las terribles intenciones de su hijo: “Matarte a ti y al chiquillo y al otro” (se supone que se refire al hijo y al marido de su hermana). Luego, el anciano disculpa a su hijo: “Que Manuel que no está bien, que tú sabes que el Manuel no está bien”.
Rosario trata entonces de tranquilizar a su padre. “Papá, Papá, no me grites, por favor; si tú sabes que no está bien…”. Y el hombre la interrumpe: “¡Que sabes tú que no está bien, ya está!”.
Alguien quemó los setos
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El padre de Rosario y Manuel murió en diciembre. En mayo, su hijo asesinó a su hija, a su nieto Lucas y al futuro bebé que iba a nacer. Lo hizo dos días antes de que se leyera el testamento que repartía las tierras, los olivos, al cincuenta por ciento entre Manuel y Rosario. En realidad, ese habría sido solo el episodio final de una escalada de celos y odio por parte de Manuel hacia su hermana y su familia política. La investigación de la Guardia Civil ha revelado que la hermana tenía miedo de Manuel desde mucho tiempo atrás y que ella ya temía que el futuro reparto de la herencia y de las tierras iba a generar problemas entre los dos.
Antes del crimen, alguien había quemado los setos y había intentado asaltar el chalet en el que vivía Rosario con su marido y su hijo. La mujer sospechaba de su hermano
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De hecho, alguien había quemado los setos del lujoso chalet en que vivía Rosario con su marido y su hijo. Ocurrió en mayo de 2022 y nunca pudo identificarse al autor. La mujer pensaba que podía haber sido su hermano. Lo mismo pensó cuando en octubre de 2022 un hombre corpulento y con el rostro oculto intentó asaltar el chalet sin lograrlo. Su hermano mide más de metro ochenta. Después de esos incidentes, Rosario y su marido decidieron instalar un sofisticado sistema de seguridad que avisaba a sus teléfonos móviles de la entrada de cualquier intruso en su casa y les enviaba las imágenes en tiempo real.
La última mañana de finales de mayo, en la casa estaban Rosario, su hijo Lucas y los dos perros, dos pastores belgas, que vigilaban la entrada de cualquier extraño. Los perros los había criado su tío Manuel. Aquella mañana, el hombre entró en el chalet y solo dejó vivos a los animales.