The processing of the amnesty law is becoming day by day a crash course in parliamentary procedure. In a new turn by Junts, which has voted ‘no’ to the norm that they demand so much, the grace measure was rejected this Tuesday by the plenary session of Congress. However, nothing ends here. Rather start. The amnesty bill will be forwarded to the justice commission, a step in the legislative process of which few precedents are remembered. Here are the keys to understanding what has happened and what is going to happen.
Habitualmente, las proposiciones de ley que se debaten y se votan en el pleno del Congreso son aprobadas sin muchos problemas. Esto es porque previamente han pasado por una comisión legislativa, donde una mayoría de los diputados ya han tenido que dar su visto bueno. Esa mayoría se traslada casi siempre al hemiciclo de la Cámara Baja. En este caso no ha sido así y Junts ha decidido plantarse ante la negativa del PSOE a incluir este martes nuevos cambios en la ley.
Los posconvergentes, que sí han aprobado el dictamen -el acuerdo sobre el texto legislativo-, han rechazado su aprobación. Si se hubiera tratado de una ley ordinaria, la norma hubiera decaído, pero la proposición de ley de amnistía es orgánica, ya que afecta a derechos fundamentales. En estos casos, si no se alcanza la mayoría absoluta requerida (176 votos o más) el texto es reenviado a la comisión de la que proviene, en este caso la de Justicia.
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El texto que se remite a la comisión de Justicia es el dictamen que sí ha aprobado este martes el pleno del Congreso. Así, la comisión deberá trabajar sobre la proposición de ley que ya incluye las primeras enmiendas que el PSOE pactó con ERC y otros grupos y que Junts aceptó y también los cambios sobre la cuestión del terrorismo que se cerraron el pasado martes. Para hacer más modificaciones, los diputados deberán trabajar con las enmiendas que aún siguen vivas, es decir, aquellas que mantienen ERC y Junts.
Los posconvergentes plantean eliminar cualquier mención al terrorismo de las exclusiones de la ley; amparar más delitos o ampliar la amnistía del 1 de enero de 2012 al 1 de noviembre de 2011. ERC propone la devolución de las multas impuestas en aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana y endurecer la exclusión de los “actos tipificados como delitos de torturas o de tratos inhumanos o degradantes”. Estas propuestas podrán servir como base para cualquier otro cambio que el PSOE pueda llegar a cerrar con los independentistas.
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Según marca el reglamento del Congreso, una vez que la ley ha sido remitida a la comisión de Justicia, este órgano tiene un mes como plazo máximo para acordar un nuevo texto final que sea elevado al pleno. Sin embargo, la ley de amnistía se está tramitando por la vía de urgencia, lo que permite rebajar a la mitad todos los plazos, aunque no es obligatorio. Así, fuentes parlamentarias señalan que esta negociación deberá cerrarse en una quincena, ampliable a un mes. Todo dependerá de las ganas de Junts de mantener el pulso al PSOE.
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Si la comisión de Justicia logra aprobar un nuevo dictamen, este será elevado al pleno del Congreso. Allí volverá a producirse un debate similar al de esta tarde, pero con una diferencia, esa votación será trascendental. Si ocurre como este martes y la proposición de ley no alcanza los 176 ‘siés’ decaerá definitivamente. Si, por el contrario, logra esa mayoría absoluta será enviada al Senado. Empezará entonces una nueva fase que tampoco parece que vaya a ser sencilla.