Las escasas reservas y el calor dificultarán potabilizar el agua de los embalses de Catalunya
¿Si persiste la sequía, dejará de ser tratable el agua de los embalses en los próximos meses? Es una pregunta a la que no se puede responder con toda seguridad. Sin embargo, sí se puede afirmar que la preocupación es creciente entre las administraciones competentes en esta materia, ya que es probable que, si sigue sin llover y el calor llega pronto, la calidad del agua empeore de forma notable, como ya ocurrió, en cierta medida, durante el verano de 2023. Entonces, las operadoras y suministradoras se vieron obligadas a reaccionar de forma rápida y activaron nuevos tratamientos para asegurar el buen estado de este recurso.
Ahora, en pleno invierno, la situación no es como la de entonces. Pero estamos en la más que probable antesala de un escenario aún más endeble que el del año pasado. ¿Por qué? Hoy las reservas son menores que un año atrás. Y cada vez que un embalse ve reducido su volumen, el número de contaminantes que se encuentran en el agua están más concentrados. La materia orgánica aumenta y el agua se mezcla con la capa inferior del embalse, que sufre la falta de oxígeno. Además, si en las próximas semanas suben las temperaturas, aparecerán todavía más algas y microorganismos en el agua. Lea en este enlace toda la información de Guillem Costa.