Durante las habituales reuniones navideñas de estas semanas, es normal acabar con alguna mancha en nuestras prendas. En momentos distendidos de celebración con nuestros seres queridos, puede derramarse una copa de vino sobre nuestra camisa preferida, bien sea por descuido o accidente.
Desgraciadamente, el vino es uno de los peores líquidos para caer en tu ropa, debido a la dificultad de su limpieza. Lo mejor es actuar en el momento, antes de que la mancha termine por secarse, pero solemos darnos en cuenta en casa, cuando ya es demasiado tarde o no tenemos una lavadora al alcance.
Uno de los trucos caseros que más funcionan es remojar la mancha en leche de vaca caliente, durante al menos media hora. No necesitarás frotar la mancha, tan solo debes meter la camisa en la lavadora posteriormente. Otro de los remedios más populares es eliminar la mancha con un poco de agua con gas en la zona afectada y sal kosher, deja actuar durante diez o veinte minutos y enjuágala con agua caliente.
Finalmente, uno de los remedios más extraños, pero de los más conocidos, es verter un vaso de vino blanco sobre la mancha de vino tinto. De esta forma, una variedad retirará los restos de la oscura, ayudándonos a limpiar la mancha, sobre todo en las prendas de color.