La bandera de Suecia fue izada este lunes en el cuartel general de la OTAN en Bruselas y en sus sedes en Europa y Norteamérica en una ceremonia para celebrar la entrada oficial de ese país en la Alianza Atlántica en la que no faltaron las referencias a la guerra en Ucrania.
La bandera fue elevada en el círculo en el que están situados los estandartes de los otros 31 aliados –entre el de España y el de Turquía–, frente a la sede principal de la organización, en una ceremonia bajo la lluvia a la que asistieron el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y la princesa heredera Victoria de Suecia, además de los embajadores de los países miembros.
“La adhesión de Suecia demuestra una vez más que la puerta de la OTAN sigue abierta. Nadie puede cerrarla. Cada nación tiene derecho a elegir su propio camino. Y todos elegimos el camino de la libertad y la democracia. El valiente pueblo de Ucrania está luchando por estos valores mientras hablamos”, afirmó Stoltenberg durante la ceremonia.
El político noruego afirmó que durante 75 años de historia de la Alianza, “el vínculo transatlántico entre Europa y América del Norte ha garantizado nuestra libertad y seguridad”. “Como amigo y vecino nórdico, es para mí un gran orgullo que Suecia se una ahora a nosotros en esta misión esencial. Hoy, al izar la bandera sueca, nos mantenemos unidos y solidarios. Comprometidos a protegernos y defendernos mutuamente. Todos para uno y uno para todos”, enfatizó.
200 años de no alineación militar
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Kristersson dijo que Suecia, que la semana pasada completó en Washington los trámites legales necesarios para la adhesión, “es un orgulloso miembro de la OTAN, la organización para la paz y la seguridad más exitosa que jamás haya existido”. “Ahora somos un aliado entre aliados tras más de 200 años de no alineación militar. Es un paso histórico, pero también muy natural”, aseguró.
El mandatario indicó que se han estado preparando durante décadas para ello y, en detalle, durante los dos últimos años, a raíz de la invasión rusa de Ucrania. “Con esta adhesión, Suecia ha vuelto a casa, el hogar de la cooperación en materia de seguridad de las democracias, el hogar de la cooperación en materia de seguridad de nuestros buenos vecinos”, concluyó.
Suecia solicitó entrar en la OTAN en mayo de 2022 junto a Finlandia, que se convirtió en miembro de pleno derecho el año pasado, pero las reticencias de dos de los miembros de la organización, Turquía y Hungría, han retrasado el ingreso casi dos años.
En unas declaraciones a la prensa junto al líder sueco antes de la ceremonia, Stoltenberg aseguró que con el ingreso de Suecia “la geografía cambia”, porque han pasado de estar centrados en las vulnerabilidades de la región báltica a tener “dos aliados importantes también en el lado occidental del mar Báltico”. “Suecia está más segura dentro de la OTAN que fuera de ella y la OTAN es más fuerte con Suecia”, resumió Stoltenberg, y elogió de ese país sus capacidades de vanguardia, una industria militar fuerte y que gasta más del 2% del PIB en defensa.
Rusia, “una amenaza”
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Kristersson mantuvo que “la situación de la seguridad en nuestra región no había sido tan grave desde la Segunda Guerra Mundial”, y vaticinó que Rusia “seguirá siendo una amenaza para la seguridad euroatlántica en el futuro”. “En vista de ello, Suecia solicitó su ingreso en la alianza de defensa de la OTAN no sólo para obtener seguridad, sino también para proporcionarla”, apuntó.
En cualquier caso, Stoltenberg indicó que la OTAN no tiene planes de ampliar el número de aliados que albergan armas nucleares ni tampoco de desplegar un batallón en Suecia como los que mantiene en los países bálticos.
Kristersson dijo que comprenden plenamente la necesidad de todas las capacidades de defensa de la OTAN, incluida la estrategia nuclear, pero precisó que no ven la necesidad de que Suecia albergue una base permanente o armas nucleares en su territorio en tiempos de paz.