La coalición de centroderecha Alianza Democrática (AD) ha logrado la victoria este domingo en las elecciones legislativas de Portugal, según los sondeos a pie de urna publicados poco después del cierre de los colegios electorales. La coalición, formada por el Partido Social Demócrata –el principal partido de la oposición–, junto a los partidos minoritarios CDS y PPM, se ha convertido en la opción más votada con un 33% de los votos, en la horquilla más alta, y aspira a recuperar el Gobierno casi nueve años después. El Partido Socialista (PS) ha visto cómo se desvanecía la mayoría absoluta obtenida hace apenas dos años y ha sido relegado a la segunda posición, con cerca de un 29% de los votos.
Los resultados abren la puerta a un Ejecutivo de centroderecha, liderado por los partidos de AD junto a Iniciativa Liberal, al que las predicciones a pie de urna colocan como cuarta fuerza en el Parlamento con un 7% de los sufragios. La suma de estos partidos sería suficiente para formar un Gobierno en minoría, liderado por el candidato Luís Montenegro, quien se vería obligado sin embargo a alcanzar pactos con el resto de formaciones para llevar a cabo su agenda legislativa.
Este resultado evitará previsiblemente que AD se vea obligada a cerrar un acuerdo gubernativo con el partido de extrema derecha Chega, a pesar de que la formación ha confirmado todos los pronósticos y se ha afianzado como tercera fuerza política con un 17% de los votos, más del doble que los obtenidos en 2022. “Este resultado señala el fin del bipartidismo y que, según todo indica, habrá una mayoría fuerte de derechas para gobernar”, ha asegurado el líder de la formación, André Ventura, quien no ha querido confirmar si dará su apoyo parlamentario a un eventual Ejecutivo sin ministros de su partido. “A partir de esta noche tenemos que empezar a trabajar para que haya un Gobierno estable en Portugal”, se ha limitado a decir.
Derrota socialista
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Los electores han penalizado a un PS muy perjudicado por el caso de presunta corrupción que obligó a António Costa a renunciar al cargo de primer ministro el pasado noviembre. Un escándalo por el que de momento no ha sido imputado pero que ha acabado con la cómoda mayoría absoluta obtenida en 2022, cuando un 41% de los votantes dieron su apoyo a los socialistas. Los resultados han confirmado el hartazgo de una parte importante de los votantes con el actual Gobierno, a pesar de que el país ha logrado mantener la senda del crecimiento económico, reducir la tasa de desempleo y contener la inflación por debajo de la media de la Unión Europea.
El candidato socialista, Pedro Nuno Santos, aseguró durante la campaña que viabilizaría un Gobierno de AD en caso de una victoria de la coalición de centroderecha. Una promesa que sin embargo ha evitado repetir este domingo la ministra socialista de Asuntos Parlamentarios, Ana Catarina Mendes, poco después de conocer las primeras proyecciones. “El Partido Socialista debe hacer una oposición muy fuerte a lo que se avecina”, ha asegurado Mendes, quien ha lamentado el auge de la extrema derecha. “Los socialistas debemos estar siempre alerta y hacer una oposición firme a los ataques contra los derechos conquistados”, ha explicado.
Izquierda debilitada
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La pérdida de apoyo de los socialistas ha supuesto una ligera mejora de los partidos de izquierdas, aunque no ha sido suficiente para mantener una mayoría progresista en el Parlamento. Según los sondeos a pie de urna, el Bloco de Esquerda obtiene un 6% de los votos (menos de dos puntos más que en los anteriores comicios), mientras que la coalición formada por el Partido Comunista Portugués y Los Verdes (CDU) se mantiene en el 4% logrado en 2022.
El partido de izquierda europeísta Livre es el que mejora en mayor medida sus resultados, con hasta un 5% de los votos (frente al poco más del 1% de 2022). Al cierre de esta edición seguía en el aire la permanencia del partido Personas, Animales, Naturaleza (PAN), que obtuvo una diputada hace dos años y que podría quedarse sin representación parlamentaria en esta ocasión. A la espera de los resultados definitivos, los principales partidos progresistas coinciden en señalar el mal resultado de la izquierda en términos generales, en el año en que se conmemora el 50 aniversario del regreso de la democracia con la Revolución de los Claveles.
Alta participación
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Los comicios han estado marcados por la alta participación, cercana al 65%. Un resultado muy superior al de las elecciones legislativas de 2019 y de 2022 y celebrado por los principales partidos, especialmente por las formaciones de derechas, que sostienen que muestra la voluntad de cambio de los portugueses tras casi nueve años de Gobierno socialista. Ahora está en manos del presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, nombrar al nuevo primer ministro, que deberá formar Gobierno y presentar su programa ante el Parlamento en un plazo máximo de diez días.