A escasas horas de la aprobación por parte del Congreso de la ley de amnistía, cuyo debate y votación tendrá lugar el martes por la tarde, el PSOE continúa dejando abierta la posibilidad de que haya un nuevo pacto con Junts y ERC que implique más cambios en la norma. Nada está del todo cerrado, y aunque los socialistas señalan que el texto legal es “impecable” tal y como está redactado, tampoco descartan modificaciones por la vía de enmiendas.
“No hay ahora mismo sobre la mesa ningún cambio en las enmiendas. Lo que sí hay es tiempo. Los partidos siguen hablando. Y hasta que se celebre la votación, lo que hay es tiempo. Pero estamos satisfechos y cómodos con el texto que salió de la comisión. El documento es robusto, impecable. De aquí a mañana seguiremos hablando, cómo no, con todos los actores”, ha señalado este lunes la nueva portavoz socialista, Esther Peña.
El pleno del Congreso debate y aprueba este martes la ley para enviarla al Senado
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El Gobierno ya acordó la semana pasada con republicanos y posconvergentes que los comportamientos tipificados como terrorismo se pudieran acoger a la medida de gracia, siempre que no hubieran “causado violaciones graves de derechos humanos” de “forma manifiesta y con intención directa”. Los colaboradores del presidente, Pedro Sánchez, señalaron que se trataba de dotar de mayor “seguridad jurídica” a la amnistía del ‘procés’, en un momento en el que algunos jueces, según el propio Ejecutivo, intentar desvirtuar una ley que “aún no ha sido aprobada”.
El caso más claro, según esta versión, es el del magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, quien quiere investigar por terrorismo al expresident Carles Puigdemont y a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, por el caso del Tsunami Democràtic, el movimiento de protesta contra la condena por parte del Tribunal Supremo a los líderes del ‘procés’. Fue esa decisión del juez la que provocó que el PSOE moviera ficha, pero tanto ERC como Junts consideran que todavía existe el riesgo de “sabotaje judicial” a la norma, así que quieren ir aún más lejos. Ambos partidos independentistas mantienen viva una enmienda en la que reclaman que las “violaciones graves de los derechos humanos” continúen fuera de la medida de gracia, pero sin ninguna alusión al terrorismo.
La decisión de un juez de impulsar la trama rusa del ‘procés’ causa malestar en los socialistas
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Sin posibilidad de transaccionar
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Los socialistas tendrían que aceptar esta propuesta de modificación de la norma tal y como está redactada. Cuando un texto aprobado en comisión llega al pleno del Congreso, los grupos solo pueden pactar nuevas enmiendas, llamadas transaccionales, si todo el hemiciclo da su visto bueno. Se trata de una posibilidad abocada al fracaso, debido a la oposición del PP y Vox.
Así que los socialistas no podrían pactar un nuevo redactado sobre esta compleja aunque estén dispuestos a hacerlo, un escenario que dejan por el momento abierto. En cualquier caso, el PSOE tiene claro que lo que ocurrió en el ‘procés’ no fue terrorismo, pese a lo que considere algún juez o el PP. Tras una nueva noche de protestas frente a la sede socialista, en la madrileña calle de Ferraz, Peña ha trasladado esta pregunta a Alberto Núñez Feijóo: “¿Es eso terrorismo?”
El PSOE, que tiene claro que no lo es, se mueve incómodo ante los actos de algunos magistrados. No solo de García-Castellón. La decisión del juez de la Audiencia de Barcelona Joaquín Aguirre de impulsar justo en este momento la investigación sobre la presunta trama rusa del proceso independentista catalán, un proceso que podría quedar fuera de la amnistía al tratarse de supuestos delitos de traición, también ha provocado sorpresa y malestar en los socialistas.
“Cada vez que el legislativo se mueve, un juez realiza otro movimiento. Eso sería un escándalo en cualquier otro país de Europa. Las decisiones judiciales tienen un objetivo muy claro. Con el mero hecho de que influyan en el legislativo ya es horrible, tenga o no después recorrido judicial”, señalan fuentes de la dirección del partido.