The PP comfortably retains the Xunta and the BNG stands as an alternative to a collapsed PSOE

No había pulsión de cambio en unas elecciones con una movilización máxima, del 67% de los gallegos acudiendo a las urnas. Al menos no la suficiente para que Galicia tuviera una presidenta nacionalista. Y es que el PP tenía mucho colchón (cinco escaños de margen para perder la absoluta) y mucho partido. Es decir una gran organización que blindó y con holgura la primera mayoría absoluta de Alfonso Rueda, y que permite a los populares seguir gobernando cuatro años más, después de 15 al frente de la Xunta. La primera victoria de Rueda se traduce en 40 escaños, dos menos que Feijóo en 2020, pero pendientes del recuento del voto emigrante.

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