El PP mantiene su voto en contra a los tres decretos que el Gobierno de coalición tiene que convalidar este miércoles en el pleno del Congreso. El único al que Alberto Núñez Feijóo se abre a negociar es el económico, que contiene la ampliación de varias medidas anticrisis para 2024. Lo que desde Génova han trasladado al Ejecutivo es que solo se plantean una abstención si se cumplen las tres condiciones de rebajar el IVA a carne, pescado y conservas; mantener el de la luz y el gas al 5% y deflactar el IRPF a las rentas de menos de 40.000 euros. Si no se cumplen todas, dicen en la cúpula conservadora, no habrá cambio de postura. Una estrategia de oposición dura que la dirección nacional ensaya en el primer examen del Gobierno de coalición este año y que los presidentes autonómicos del PP respaldan.
Este martes Feijóo reúne al comité ejecutivo nacional con la presencia de la plana mayor del partido, incluidos los líderes territoriales. Muchos asistieron al arranque del año político ayer en Madrid con Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia, como principal protagonista. Y todos los dirigentes consultados por este diario coinciden en que “Sánchez ya ha elegido su camino” de la mano de los independentistas y entienden que el PP “no tiene que salvarle gratis” en ningún caso tras sus acuerdos con los nacionalistas e independentistas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo manifestó públicamente: “Yo a este Gobierno, tal y como está haciendo las cosas, no le daba ni agua. Que busque las soluciones él solito”. Pero otros barones autonómicos reconocían en conversaciones privadas lo mismo: la negociación con el Gobierno conlleva un desgaste evidente para el PP y solo tiene sentido cerrar acuerdos si efectivamente ceden y asumen sus tesis.
Los líderes autonómicos no solo dan luz verde a la posición de Feijóo, sino que en este caso consideran que Sánchez “debe cocerse en su propia salsa” y que el PP, como fuerza mayoritaria de la Cámara, debe hacer valer su peso parlamentario. Sobre todo en decretos con medidas económicas, insisten, que no son el programa económico de un partido sino que buscan soluciones a la población general y muy especialmente a las clases medias y bajas. “Si quisieran acordar con el PP esas medidas no necesitaban a nadie más. La cuestión es que Sánchez no quiere. Los independentistas le ponen en apuros y ahora apelan al sentido de Estado. No podemos estar ahí”, resume un presidente autonómico.
Tres llamadas en 24 horas
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Que el Gobierno está sufriendo para asegurarse la convalidación de los decretos quedó claro este lunes. En apenas 24 horas se produjeron tres llamadas con los conservadores. Dos entre el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, y Cuca Gamarra; y la otra entre la vicepresidenta Yolanda Díaz y el portavoz nacional de los populares, Borja Sémper. Fuentes populares reconocen dudas sobre si realmente el Ejecutivo busca su respaldo o forma parte de una escenificación amplia, confiando en que Junts levante el veto a cambio de otras contrapartidas.
En Génova aseguran que hasta ahora no ha habido negociaciones serias de decretos con el Gobierno y son conscientes de que otras muchas veces en las que la mayoría de socios se tambaleó, Sánchez terminó logrando su apoyo.
La realidad es que será en este pleno del miércoles cuando el PP pondrá a prueba su nueva estrategia de oposición. En la legislatura pasada Feijóo se abrió a prestar sus votos a Sánchez en distintos momentos, apelando al interés general y, sobre todo, a evitar desmanes mayores en manos de sus socios de Podemos y otros partidos políticos. Quizá el acuerdo más importante fue la modificación de la ley del ‘solo sí es sí’ tras meses exigiendo una modificación que el Gobierno tardó en llevar a cabo. La coalición se dividió porque los morados no asumían pactar con el PP un cambio en la ley estrella de Irene Montero.
Este lunes Feijóo aseguraba que su partido seguiría en la dinámica de “aportar soluciones”, pero al mismo tiempo, advertía: “No vamos a arreglar los problemas internos del desgobierno”. Como recordaban en su equipo a lo largo del día, el líder del PP ya dejó claro en la investidura de Sánchez que “no podría buscarle cuando el independentismo le fallara”.
También en Génova insisten en que no aceptarán “rebajas” en sus condiciones económicas cuando Sánchez se ha abierto a pactar con otras formaciones una ley de amnistía que él mismo consideraba inconstitucional hasta hace pocos meses. “Nosotros no tenemos ninguna necesidad de aprobar este decreto. Es el Gobierno el que necesita al PP. Nuestras condiciones son esas”, zanjan.
En cuanto a los otros dos decretos, el llamado ‘ómnibus’ del que depende un nuevo desembolso de 10.000 millones de euros de los fondos europeos por medidas comprometidas con la Unión Europea como la digitalización de la Justicia; y el que sale del Ministerio de Trabajo, tendrán el no del PP. Los conservadores entienden que no son asuntos para aprobar en reales decretos leyes y ven injerencias en el poder legislativo.