El pasado 18 de febrero Mohamed el-Maadioui, de 71 años, llegó al aeropuerto de El Prat en un vuelo procedente de Nador para pasar una semana con sus hijos, que residen en Mataró. Lo hace varias veces a lo largo del año, ya que, desde que se jubiló se fue a vivir con parte de su familia en Marruecos, pero siempre vuelve de visita a la que fue su casa en la capital del Maresme durante 30 años.
Sin embargo, tras descender del avión y pasar el control policial empezó su calvario. Antes de que le sellaran el pasaporte para entrar al país, la Policía Nacional lo detuvo al comprobar que constaba una orden de busca y captura de las autoridades francesas contra Mohamed el-Maadioui de 71 años. Se reclamaba la extradición de este delincuente para cumplir una pena de 10 años de prisión por tráfico de armas y droga.
Mohamed, que iba sin teléfono móvil y únicamente habla un dialecto de la zona de Marruecos en la que vive y pocas palabras en español, se vio detenido y trasladado a la Audiencia Nacional para ser enviado a Francia a cumplir condena, aunque fue entonces cuando su familia de Mataró, que denunció su desaparición el mismo día al no verlo salir de la Terminal 2 del aeropuerto, se movilizó.
Presión de la familia
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Contrataron una abogada y consiguieron saber que el nombre completo y la fecha de nacimiento de Mohamed coincidía con el de un delincuente buscado en Francia. Los jueces celebraron una vista sobre la extradición y mientras decidían el hombre quedó ingresado en la prisión de Brians 1. La familia presentó un recurso para que Mohamed pudiese salir, pero durante una semana no tuvieron respuesta, además de instar al tribunal a que recabase más información de las autoridades francesas antes de tomar una decisión.
Hasta este martes por la noche, 10 días después de ser detenido, cuando los hijos y sobrinos de Mohamed han recibido una llamada conforme quedaba libre tras cruzar datos entre las autoridades francesas y españolas y constatar que se trataba de un error. Ahmed el-Maadioui, cuyo padre es primo de Mohamed, explica que su familiar está “bien” de salud pero “enfadado” por la situación. “Se queja del trato recibido por la policía, aunque en la prisión ha estado bien e incluso arropado por su compañero de celda, que hablaba el mismo dialecto que él”, cuenta a Ahmed.
Un caso de homonimia
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Mohamed compartía nombre y apellido con el delincuente así como fecha de nacimiento, el 1 de enero. Sobre el apellido la familia cuenta que es muy habitual en esa zona de Marruecos, igual que el nombre. Lo del año tiene que ver con una práctica común en la burocracia marroquí anterior a los años 80, ya que siempre ponían por defecto en todos los documentos de identidad el mismo día, 1 de enero, como fecha de nacimiento. Lo único que cambia es el año.
Ahmed ha explicado a este medio que hasta la salida de prisión de su tío fue “surrealista”, igual que todo el proceso de detención e ingreso en prisión. Le avisaron “a escondidas” de que se iba con muy poco margen y le explicaron que debía alertar a su familia para que lo fuesen a buscar. “La abogada no sabía nada”, ha destacado Ahmed quien añade que tampoco sabe “con qué mecanismos ha salido”, ya que únicamente tiene un documento con la orden de salida e, incluso, el pasaporte no lo tiene ni sellado.
“Vamos a depurar responsabilidades por el trato nefasto de las autoridades”, cuenta Ahmed. Ahora la familia estudia presentar un escrito para reclamar por este error judicial y policial que tuvo a un hombre de 71 años 10 días en prisión por un caso de homonimia.