El Col·legi Oficial de Psicologia de la Comunitat Valenciana (COPCV) ha activado su grupo de especialistas en Emergencias, integrado por una veintena de profesionales, y lo ha puesto a disposición del Ayuntamiento de Valencia y de la Generalitat por si consideran necesaria su intervención en la atención a las víctimas y familiares afectados por el gravísimo incendio del barrio de Nou Campanar.
Una de las psicólogas expertas en emergencias y catástrofes del COPCV es Teresa Marín, quien destaca que “los primeros auxilios psicológicos son claves para aliviar el sufrimiento” de los supervivientes de tragedias como el incendio que en pocos minutos devoró este jueves los dos edificios de 14 plantas de la avenida del Maestro Rodrigo de Valencia, dejando a más de 400 personas sin vivienda.
“Intervención de choque”
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Marín ha intervenido como psicóloga de emergencias en numerosas catástrofes, como el terremoto de Lorca de 2011 que causó 9 muertes y alrededor de 300 heridos, o el descarrilamiento del tren Alvia de Santiago de Compostela de 2013 con 81 fallecidos y unos 150 heridos. Explica que el apoyo psicológico a los supervivientes durante las primeras 72 horas de una tragedia “es fundamental”. “No estamos hablando de terapia, sino de una intervención de choque muy directa y especializada con todas las personas implicadas en la emergencia”, añade.
“Excepto la vida, todo es recuperable”
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Estos primeros auxilios psicológicos están muy definidos para cada situación concreta que viven las personas afectadas por la catástrofe “con el objetivo de aliviar su sufrimiento y prevenir su agravamiento”. Por ejemplo, añade, en el caso de los supervivientes que han perdido sus viviendas y pertenencias “tratamos de acompañarles en su dolor al tiempo que intentamos hacerles ver que, excepto la vida, todo es recuperable”.
No obstante, Marín incide que situaciones como la del incendio de Nou Campanar, donde más de 400 personas se han quedado sin hogar, son más complejos porque “la pérdida de la vivienda en el concepto de duelo se asemeja al fallecimiento de un ser querido de primer grado al acarrear un dolor muy grande”. Además, “en el caso de un incendio tan pavoroso como este, todos tus recuerdos se han convertido en cenizas, desde las fotos de tu familia, la mochila del colegio, los juguetes… No es como una inundación por una DANA, que siempre puedes recuperar algo del barro, aquí es más difícil porque no ha quedado nada”.
“Ayudar a canalizar las emociones negativas”
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Otro tipo de primeros auxilios psicológicos es el dirigido a los familiares de los fallecidos, según Marín, “es una intervención directa mucho más precisa e íntima que va encaminada a prestar un sostenimiento emocional y ayudar a canalizar las emociones negativas para que no se enquiste el dolor”. La experta describe que las emociones negativas que anteceden al duelo “son la rabia, la ira, la desesperación, la confusión y el sentimiento de culpa”. “Tenemos que ayudar a los familiares a canalizar esas emociones negativas, pues el cerebro necesita comprender algo que es incomprensible: el perder a un ser querido en una situación tan dramática”, concluye.
“El cerebro necesita comprender algo que es incomprensible: el perder a un ser querido en una situación tan dramática”
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“Sobrevivir a un incendio puede tener un profundo impacto psicológico”
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El Col·legi Oficial de Psicología de la Comunitat Valenciana (COPCV), que en un comunicado se muestra “conmocionado por el trágico incendio” de Nou Campanar y “lamenta profundamente las terribles consecuencias” de esta tragedia, destaca que “el apoyo psicológico a las víctimas es fundamental tanto en los primeros momentos como en los días posteriores”. “La experiencia de sobrevivir a un incendio puede tener un impacto profundo y complejo. La sintomatología psicológica de los supervivientes puede variar ampliamente dependiendo de múltiples factores, como la severidad del incidente, la pérdida personal o de bienes, el apoyo social disponible después del evento, y la historia personal de salud mental de cada individuo”, sostiene el órgano colegial.
Entre las reacciones psicológicas como consecuencia de la catástrofe de Nou Campanar, el COPCV destaca media docena:
- Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): es común entre los supervivientes de incendios. Los síntomas pueden incluir pesadillas, flashbacks, ansiedad severa, y pensamientos incontrolables sobre el evento.
- Ansiedad y depresión: la experiencia traumática de un incendio puede llevar a trastornos de ansiedad y a episodios de depresión, manifestándose con sentimientos de tristeza, pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas, y dificultades para concentrarse.
- Culpa del superviviente: algunas personas pueden experimentar sentimientos de culpa por haber sobrevivido al incendio, especialmente si otras personas resultaron heridas o fallecieron en el evento.
- Miedo y ansiedad específicos: el miedo a que el evento se repita puede ser intenso, llevando a un estado de hipervigilancia o a evitar situaciones que recuerden al incendio, como el sonido de alarmas de incendio o el olor a humo.
- Problemas con el sueño: dificultades para dormir, incluyendo insomnio o pesadillas frecuentes relacionadas con el incendio, son reacciones comunes.
- Cambios en el comportamiento y en las relaciones: los supervivientes pueden experimentar cambios en su comportamiento y en sus relaciones interpersonales, a menudo debido al estrés y a la tensión emocional.