Recibir una herencia parece algo directo: alguien fallece y deja sus propiedades a otra persona, fin. Sin embargo, este traspaso de bienes está sometido al impuesto de sucesiones, que no es precisamente fácil de entender, por lo que suele generar mucha desinformación.
En plena negociación de los presupuestos de la Generalitat, Junts per Catalunya ha pedido aprobar la “bonificación de hasta el 99% del impuesto de sucesiones” para descendientes, cónyuge, padres o abuelos. Aun sin esta bonificación, en Catalunya el 74% de los declarantes del impuesto de sucesiones pagaron menos de 1 euro en 2022.
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La medida que propone Junts se inspira en una vigente ya en Madrid y Castilla y León, entre otras comunidades. En la red social X la formación política publicó dos mensajes asegurando que “por una misma herencia, en Catalunya se paga 20 veces más que en Madrid o en el País Valenciano” y pone como ejemplo un caso de una persona de 30 años que hereda 800.000 euros de sus padres y debe pagar casi 45.000. Pero, ¿cuántas personas heredan estas cantidades de dinero? ¿Es real esta diferencia entre comunidades autónomas?
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Titularidad estatal pero cedido
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El Impuesto de Sucesiones es de titularidad estatal cedido a las comunidades autónomas. Esto significa que por ley (Ley 29/1987) el Estado fija la estructura del impuesto y unas reducciones y, después, “cada comunidad autónoma puede fijar sus reducciones propias”, explica en conversación con Verificat Ernest Pons Fanals, profesor de Economía Aplicada de la Universitat de Barcelona.
El cálculo de lo que un individuo tiene que pagar como impuesto de sucesiones se determina en función de una gran cantidad de factores, desde la base imponible, que es el valor económico de todo lo que se hereda, hasta la relación entre persona difunta y persona heredera y el patrimonio de la persona heredera. Además, influyen las reducciones y bonificaciones que determina cada administración autonómica.
“Una buena comparación entre comunidades, no es fácil”, asegura Pons. La profesora de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Oberta de Catalunya Irene Rovira Ferrer afirma también que “hay muchas variables que pueden influir a la hora de determinar en qué CCAA se paga más, ya que en determinados supuestos concretos, puede que sea en una o en otra”.
Catalunya bonifica el 95% del valor de la vivienda heredada
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Por ejemplo, Catalunya establece una reducción de 100.000 euros para hijos y pareja de la persona difunta, una cantidad que aumenta para jóvenes menores de 21 años. Es decir, “si un cónyuge o hijo recibe una herencia de menos de 100.000 euros, en Catalunya, no deberá pagar cuantía alguna”, clarifica Rovira. En cambio, en Madrid, este umbral se encuentra en los 16.000 euros.
En otro caso, si lo que se hereda es una vivienda habitual, el impuesto es prácticamente nulo. En Catalunya se aplica una reducción del 95% con un límite de 500.000 euros del valor conjunto de la vivienda. En Madrid, la misma casuística tiene una reducción del 95% con un límite de 123.000 euros por heredero, siempre que la titularidad se mantenga durante cinco años después de la defunción.
“Importe simbólico”
El informe Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2023 del Consejo General de Economistas de España destaca que cuando las personas herederas son hijas e hijos, cónyuges, ascendientes o adoptados pagan importes simbólicos en Andalucía, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Madrid y Murcia.
A pesar de esto, según datos facilitados por el Departamento de Economía y Hacienda de la Generalitat, el año 2022 el 74% de los declarantes del impuesto de sucesiones en Catalunya pagaron menos de 1 euro y el 84%, menos de 1.000. Solo 8.150 personas, el 6% del total, terminaron pagando más de 10.000 euros en 2022.
Las herencias de más de 800.000 euros suponen únicamente el 2% de los casos en 2022. De hecho, en el 76% de los casos el valor de la herencia era inferior a 150.000 € y en el 45% inferior a 50.000 €.
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La medida que ahora propone Junts per Catalunya es la bonificación del 99% de la cuota del impuesto, como se hace en otras comunidades autónomas. Esta medida tampoco es determinante para marcar la diferencia entre territorios porque también influyen los tipos, esto es, el porcentaje de la base liquidable que se acaba pagando como impuesto de sucesiones. Cabe recordar que la base liquidable es la cantidad obtenida después de aplicar las reducciones a la herencia.
Pero, ¿qué diferencia hay entre estos porcentajes? La ley estatal de 1987 fija un tipo mínimo de 7,65% y un máximo de 34%, que se calculan por tramos de una manera similar al IRPF. La mayoría de comunidades mantienen estos porcentajes, excepto Catalunya (entre 7% y 32%), Andalucía (7% – 26%), Asturias y Murcia (máximo de 36,5%), Galicia (5% – 18%), Navarra (2% – 16%) y el País Vasco, con valores que varían entre el 5,7% y el 42,6%. Estas comparaciones se recogen también en el informe Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2023 y son significativas en el cálculo del impuesto.
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Este documento también apunta que Catalunya es la comunidad autónoma que más recauda con este impuesto desde 2016, antes que se aprobaran las bonificaciones más drásticas en algunas comunidades. El informe destaca que en 2021 Catalunya recaudó 870.900 millones de euros, seguida Madrid, con 687.200 millones y la Comunidad Valenciana, con 333.900 millones.