El Gobierno central se ha puesto manos a la obra y busca poner en marcha un plan para proteger de la pornografía a los menores, un proyecto que expertos de Baleares consideran “muy necesario”, aunque creen que “llega tarde”.
“Es muy oportuno, pero probablemente llega un poco tarde, porque hay recomendaciones europeas desde ya hace unos años insistiendo en que debe haber un control”, sostiene Lluís Ballester, doctor en Sociología en la Universitat de les Illes Balears (UIB). “En este momento estamos en España como en los años 80 con la industria del tabaco, teniendo que demostrar que tiene un impacto negativo e intentando llevar el problema ante el sistema judicial para valore el impacto que ha provocado”, pone énfasis en la problemática.
Coincide con Silvestre del Río, Policía tutor con una dilata experiencia, que manifiesta que “hace quince años que lleva pidiendo con urgencia un plan así”. Valentina Milano, profesora de Derecho Internacional de la UIB cree por su parte que “lo importante es que se haya llegado a este punto y que por fin haya conciencia de la gravedad del asunto”. Un hecho que, según dice, “no se ha vuelto una prioridad hasta que no se ha creado una alarma social”.
El Ejecutivo central prevé aprobar hoy en Consejo de Ministros el Informe sobre la protección integral de menores frente al acceso a la pornografía en Internet, un documento que siente las bases del nuevo pacto de Estado que tiene como ejes principales, según explicó este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la implantación de “sistemas de verificación efectivos para que aquellos menores que se vean llamados por parte de estos contenidos a consumirlos no lo hagan”; la creación de dos grupos, uno interministerial entre distintos departamentos afectados (Justicia, Igualdad, Educación e Infancia) y también uno de expertos que está liderando el Ministerio de Juventud e Infancia; y finalmente busca proponer al poder legislativo la aprobación de una ley integral de defensa de protección de los menores ante los contenidos de Internet.
Sobre este último punto, Milano opina que “no es mala idea llevarlo a cabo”, aunque considera que lo verdaderamente “urgente” es “aplicar herramientas de verificación de la edad” para el acceso a ese tipo de contenido. “El marco legal está elaborado hace un año y no se está aplicando de forma adecuada. Necesitamos ya que se bloquee el acceso de los adolescentes y los más pequeños, porque hoy en día no hay ningún tipo de filtro y cualquier niño que por curiosidad teclee la palabra ‘teta’, en dos clicks puede acceder a imágenes de gran violencia”, señala.
Sistema de verificación de edad
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Este sistema de verificación, en el que trabaja la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), se basa en un certificado que acredite la mayoría de edad del usuario de una web pero sin compartir su identidad ni más datos con el proveedor de contenidos. La idea es desarrollar una aplicación móvil para que el proveedor de contenidos pueda asegurarse de que el usuario tenga instalado este atributo en su teléfono.
Será como un certificado digital al estilo de los que se usan habitualmente para acreditar la identidad al hacer trámites en internet. Este método vendría a sustituir el habitualmente utilizado hasta ahora, la “autodeclaración” por parte de cualquier usuario que con un sólo click responde a la pregunta de si es mayor de edad que aparece en una ventana emergente, mecanismo que se ha demostrado insuficiente.
Consecuencias en los menores
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Para Ballester, las consecuencias del consumo de pornografía en menores de edad están del todo comprobadas. “Sabemos que su consumo es tóxico para ellos, porqueinfluye negativamente en la formación del imaginario sexual, distorsiona las percepciones de las relaciones con otras personas y cambia las actitudes”, enumera el experto, que pone énfasis, además, en que sociedades científicas como la Española de Pediatría o la de Medicina de la Adolescencia “consideran queuna de las primeras causas del incremento de ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) en la adolescencia tiene que ver con el consumo regular de pornografía”.
Otra de las consecuencias en las que insiste, y que también menciona Del Río, es el deterioro del placer sexual. “Destaca el aumento de demanda de viagra en adolescentes adictos al porno, pero no porque quieran más y más, sino porque acceden a unos contenidos tan violentos que luego tienen una relación normal con un pareja y no se excitan”, explica el policía tutor.
Además del control del acceso a este tipo de contenidos en internet, los tres expertos hacen hincapié en el importante papel de los padres. “El control parental es fundamental, es responsabilidad de los padres controlar la forma de usar los dispositivos por parte de sus hijos”, insiste Milano, además de reivindicar la importancia de la educación afectivo-sexual como cortafuegos para poner fin a un problema que en palabras de Ballester “se nos ha do de las manos”.