“¿De verdad hace falta invertir 2.400 millones de euros en el aeropuerto de Barajas?”. La pregunta la ha lanzado el diputado de Junts Ramon Tremosa en el pleno del Parlament. Su objetivo: interpelar al Govern sobre por qué Aena “mantiene bloqueadas” inversiones en el de El Prat que podrían ejecutarse para acoger más vuelos intercontinentales con independencia de la disputa por alargar o no la tercera pista. El ejecutivo, ha reclamado, deber liderarlo y salir de un rol “pasivo”. La consellera de Territori, Ester Capella, ha replicado sin morderse la lengua que fue el exvicepresidente del Executiu Jordi Puigneró quien en 2021 “cerró un acuerdo inexistente” con el Gobierno que hizo saltar la inversión por los aires.
El pecado, ha precisado la consellera, es haber “condicionado” el aumento de la capacidad de El Prat a la ampliación de la tercera pista, propuesta que rechaza ERC y que defienden tanto el PSC como Junts. Una asociación de la que hoy ha huido Tremosa, que ha puesto encima de la mesa que hay otras opciones para que el aeropuerto pueda acoger a más pasajeros y vuelos intercontinentales, como la construcción de una terminal satélite.
La “gobernanza”, en disputa
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Capella ha recogido ese guante y ha admitido que hay sintonía en ese posicionamiento, pero ha recordado a Junts tanto el movimiento de Puigneró, que supuso la primera gran crisis de la legislatura entre ERC y Junts, como el hecho de que hace una semana en el Congreso pidieran al ministro de Transportes, Óscar Puente, que ejecute la ampliación de esa pista sin tener en cuenta las competencias de la Generalitat.
“La gobernanza es clave, la capacidad para decidir sobre nuestros aeropuertos. Sin ella, el resto es construir castillos en el aire e intentar resolverlo todo poniendo cemento encima“, ha insistido la consellera, que ha defendido que precisamente el modelo de gestión es lo que está en discusión entre la Generalitat y la Moncloa en la comisión de estudio que han puesto en marcha fruto del acuerdo de presupuestos de 2023 con el PSC. También ha recordado que hay que atender a los requerimientos de la Comisión Europea, cuyos incumplimientos puede suponer sanciones, y cumplir con las directivas medioambientales, en referencia a la protección de La Ricarda.
El “chantaje de Aena”
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“Sobre lo que pase en El Prat, deberá decidir Catalunya“, ha insistido la consellera, mientras que Tremosa ha tachado de “chantaje unilateral” que Aena diga que “o se amplía la tercera pista o no se hace nada”. Su previsión es que el aeropuerto alcance este año los 53 millones de pasajeros, cifra que supone que la infraestructura esté al “límite de su capacidad” si no se interviene.