El cuerpo de Ivo Petrov, el adolescente desaparecido a principios de enero en el Mar Menor al naufragar la canoa en la que iba con dos amigos, era hallado el pasado jueves por los buzos del Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil en el agua. La primera inspección ocular del cadáver, al ser recuperado de la laguna, indicó que el chico no tenía signos evidentes de violencia, apuntaron fuentes cercanas al caso. No obstante, hasta que no se realice el informe completo de la autopsia no se podrán determinar las causas del fallecimiento. Y el resultado definitivo puede tardar semanas, incluso meses, explican fuentes del Instituto Armado.
La primera inspección ocular del cuerpo, tras ser sacado del agua, indica que no tenía signos de violencia
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La razón de que el informe completo tarde tanto tiempo está en pruebas como el análisis de tóxicos, que no pueden realizarse en la Región de Murcia: hay que tomar al cadáver muestras que serán enviadas a centros de otras comunidad autónomas, al no tener la murciana instalaciones donde efectuar estas pruebas. No obstante, el cuerpo del chico se le entregará en días a su familia, para que puedan enterrarlo.
Verónica Ene, abogada de la familia del chico, apuntaba este lunes a La Opinión, de Prensa Ibérica, que “la autopsia está hecha, el informe preliminar puede llegar en cualquier momento y éste establecerá la tipología de la muerte: si es muerte violenta, si murió ahogado o de frío”. “Dentro de unos meses tendremos el informe de autopsia detallado”, manifiesta.
Cuando se haga entrega al juzgado del informe preliminar, el cuerpo de Ivo Petrov será devueltro a su familia, que le dará sepultura en el cementerio municipal de Los Alcázares. El Ayuntamiento que dirige Mario Cervera ayudará a la familia a costear los gastos de las exequias.
El informe revelará «si se confirma la primera hipótesis, la del accidente, o es otra cosa», resalta la letrada, que entonces decidirá si la familia del fallecido emprende acciones legales.
El cuerpo sin vida fue descubierto, veinte días después del naufragio, a una profundidad de unos cinco metros y a una distancia de entre 1.000 y 1.500 metros del puerto de Los Alcázares.
El móvil no ha aparecido
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El teléfono móvil con el que el menor salió aquella noche de su casa todavía no ha sido encontrado. Los investigadores presuponen que se encuentra sumergido en el Mar Menor. Si fuese hallado, la Guardia Civil intentaría diseccionarlo, por si pudiese arrojar luz sobre lo acontecido aquella madrugada.
Francisco Javier, uno de los jóvenes supervivientes del naufragio, está citado a declarar en marzo, en calidad de investigado, por su presunta implicación en el robo del kayak en el que salió con sus dos amigos El otro superviviente, José David, no es aún mayor de edad, por lo que será escuchado en dependencias de la Fiscalía de Menores.