Once again, kyiv is once again a hotbed of rumors about the (alleged) bad relationships between the president Volodymyr Zelensky and the commander in chief of the Armed Forces, Valeriy Zaluzhni. For hours, channels of the social network Telegram or even the Financial Times itself They have taken for granted the relief of senior military officer, a movement with great potential destabilizedr to occur precisely at a critical moment for the country, when it expects million-dollar financial aid packages to keep up with the Russian invader and continue functioning as a State. Finally, the Ministry of Defense itself and even the press secretary of the head of state, Serhiy Nikiforo, denied such an eventuality, without managing to dispel the perception that such a change at the top of the military establishment could end up materializing, given the differences between the two. most important figures in the Slavic country today.
According to the chronology of events published by the ‘Kyiv Post’ newspaper, it all began on Monday night, when Borislav Bereza, a former deputy and respected commentator, announced on Telegram the dismissal of Zaluzhni. “The information was confirmed… Today in Moscow they are celebrating.” Immediately afterwards, he developed the news by assuring that the military leader had rejected offers to head the National Security and Defense Council to head embassies, which pushed online media and other more consolidated media into a race to confirm the news. Among those who echoed it were, for example, local journalists such as Roman Tsymbalyukor the deputy Olesksi Honcharenko, or Telegram channels like Trout or JOKER, all of them even citing their own sources.
De la prensa extranjera, fue el rotativo británico Financial Times el encargado de romper el fuego, firmando en su crónica desde Kiev realizada por su corresponsal Christopher Miller que tras consultar cuatro fuentes, había llegado a la misma conclusión que el resto de prensa local, al tiempo que se hacía eco de las posibles reacciones de desaprobación entre la dirigencia de sus aliados occidentales, sin cuya ayuda armamentística y financiera Ucrania hubiera sido absorbida por su poderoso vecino del Este. Finalmente, fue el Ministerio de Defensa quien se encargó de echar tierra en el asunto en un escueto comunicado en tono algo sarcástico difundido en Telegram: “queridos periodistas, rápidamente os respondemos a todos: no, no es verdad“.
Muchos medios apuntan a que las desavenencias tienen más un componente personal que estratégico. En los sondeos de opinión, Zaluzhni, con un 88% de aprobación ciudadana, supera en más de 20 puntos al jefe del Estado. El militar es considerado como el artífice de las exitosas campañas que lograron detener a las tropas rusas a las puertas de la capital nada más arrancar la guerra o que consiguieron forzar las retiradas de los invasores en las regiones de Járkov o Jersón, y es un serio contendiente para ocupar la presidencia. Según Petró Poroshenko, expresidente y predecesor de Zelenski en el cargo, una eventual destitución del militar “no sería motivada por consideraciones estratégicas o militares”, sino “basada en emociones y envidia”.
Hace un par de meses, Zaluzhni desmintió los optimistas partes de guerra de Zelenski admitiendo que la ofensiva ucraniana no estaba dando los frutos deseados y que los frentes de guerra apenas se movían. Los meses a venir podrían generar nuevas fricciones, habida cuenta de que habrá que implementar un impopular plan de movilización que podría dañar la popularidad y expectativas de quien acabe asumiéndolo, si se trata finalmente del estamento político o del militar.
Todas estas especulaciones se producen mientras en los diferentes frentes de guerra, las tropas rusas continúan con sus ofensivas, con oleadas de soldados lanzándose hacia las líneas ucranianas, destinadas a tomar localidades como Avdiivka, en el Donbás, con escaso valor estratégico y a costa de perder una gran cantidad de hombres.