Suecia es ya miembro de la OTAN y su bandera ondeará desde el próximo lunes 11 de marzo junto a la del resto de 31 países aliados en el cuartel general de la Alianza Atlántica, en Bruselas. El secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, ha informado este jueves al primer ministro sueco, Ulf Kristersson, que “todos los Estados miembros de la OTAN“, incluida Hungría, han aceptado el protocolo de adhesión por lo que, cumplidos los últimos trámites, Suecia se ha convertido oficialmente en el 32º país aliado. “La adhesión de Suecia hará a la OTAN más fuerte, a Suecia más segura y a toda la Alianza más segura”, ha proclamado el noruego.
Los últimos trámites han terminado de completarse este jueves en Washington. “El 7 de marzo de 2024 las condiciones para la entrada en vigor fijadas en el artículo II del protocolo del Tratado del Atlántico Norte sobre la adhesión del Reino de Suecia se han cumplido”, informaba la secretaría de Estado de Estados Unidos a primera hora de la tarde de este jueves. “Es un día histórico. Suecia ocupará ahora el lugar que le corresponde en la mesa de la OTAN, con voz y voto en igualdad de condiciones a la hora de configurar las políticas y decisiones de la Alianza”, destacaba tan solo unas horas después el ex primer ministro noruego recordando que la incorporación del país nórdico demuestra que la puerta de la OTAN “sigue abierta” y que cada nación -aunque sin mecionar expresamente a Ucrania- “tiene derecho a elegir su propio camino”.
El Gobierno sueco solicitó el ingreso en la OTAN el 18 de mayo de 2022, al mismo tiempo que Finlandia. Una decisión provocada por la creciente inquietud de ambos países a raíz de la invasión rusa de Ucrania y las continuas amenazas de Vladímir Putin. No obstante, tuvieron que lidiar con las reticencias de Hungría y de Turquía, que durante meses bloquearon la incorporación, en el caso turco por las dudas en cuanto a la cooperación en materia antiterroristas de Estocolmo y Helsinki.
Larga negociación
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Finalmente, ambos países levantaron su veto a Finlandia en abril de 2023, permitiendo su ingreso en la organización, pero quedó pendiente el visto bueno a Suecia que ha requerido de mucha diplomacia y negociaciones a varias bandas. Hasta el punto de que el Parlamento turco tardó 20 meses en dar su aprobación debido a las dudas del Gobierno de Tayyip Erdogan que consideraba que Suecia no hacía lo suficiente el PKK y el terrorismo. Algo más ha tardado Hungría, cuyo parlamento no terminó por despejar el camino hasta el pasado 26 de febrero.
El último obstáculo se superó el martes cuando el presidente húngaro, Tamás Sulyok, ratificó la decisión, lo que ha permitido al Gobierno sueco depositar los documentos de adhesión ante el departamento de estado estadounidense. “Suecia está preparada para asumir su responsabilidad en materia de seguridad euroatlántica”, aseguraba a finales de febrero Kristersson, que ha viajado este miércoles a Washington y se dirigirá este jueves a los suecos en un discurso a la nación. “Tras más de 200 años de no alineamiento, Suecia disfrutará ahora de la protección que le otorga el Artículo 5, la máxima garantía de libertad y seguridad de los Aliados. Suecia aportará unas fuerzas armadas capaces y una industria de defensa de primera clase”, ha celebrado Stoltenberg.
Tras el anuncio han llegado los mensajes de felicitación. “Estoy encantada de acoger a Suecia en la familia de la OTAN. Con Suecia y Finlandia, la OTAN es más fuerte que nunca”, ha celebrado la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas. “Sinceras felicitaciones a nuestro estrecho aliado Suecia por incorporarse a la familia de la OTAN”, se ha sumado su vecino de Letonia Krisjanis Karins. Y lo mismo el finlandés Petteri Orpo. “Suecia es el aliado más cercano de Finlandia en política de seguridad y defensa. Nuestra pertenencia a la OTAN reforzará la seguridad de la región del Mar Báltico, el norte de Europa y la OTAN en conjunto”, ha dicho en un mensaje en las redes sociales. “Suecia apportará a la Alianza capacidades formidables, reforzando nuestra seguridad colectiva y su compromiso inquebrantable en favor de la democracia, los derechos humanos y la paz internacional es conforme a nuestros valores”, ha valorado la embajadora de EEUU ante la OTAN, Julianne Smith.