Aryna Sabalenka irrumpió hace no tantos años con la clara y única ambición de marcar una nueva era en el mundo del tenis femenino. Lo dejó bien claro hace apenas un año con la conquista de su primer Grand Slam y lo acabó de apuntalar este sábado poniendo la puntilla a su poderosa exhibición para revalidar el título del Open de Australia.
La bielorrusa no dio opción alguna a una Qinwen Zheng que ya auguraba un debut altamente complicado en una cita de estas características. Arrancó como un auténtico huracán Sabalenka en el partido y en apenas media hora de juego se apuntó el primer set por un 6-3 que cerca estuvo de ser mucho más abultado. Impuso desde el inicio su poderío en el servicio y con su potencia en los golpes desde el fondo de la pista aniquiló cualquier intento de Zheng de presentar batalla en el partido.
El guion del segundo set fue una copia de lo vivido en el primero y ya en el inicio, Sabalenka se apuntó una rotura a su favor que no dejaría escapar ya hasta el final del partido. Intentó de nuevo la tenista china, entrenada por el catalán Pere Riba, resistir para no despedirse con mal sabor de boca de su primera gran final, pero sus intentos fueron nuevamente contrarrestados por el bombardeo de golpes de una Sabalenka que terminó cerrando por 6-2 el parcial para cerrar el partido y un torneo para el recuerdo.
La Rod Laver Arena volvió a ver once años después como la flamante campeona revalida el título, desde que lo hiciera Victoria Azarenka en 2012 y 2013.
[–>Sabalenka suma su segundo Grand Slam, sin ceder un solo set y con la semifinal ante Gauff como único partido en el que se dejó más de tres juegos en alguno de los sets. Es solo la quinta jugadora en todo el sivnglo capaz de alzarse con el trofeo en Melborune Park sin ceder dejarse un solo set en el camino, tras Davenport en 2000, Sharapova en 2008, Serena Williams en 2017 y Barty en 2022.
Una exhibición para los anales de la historia que muestra al mundo que Sabalenka, está preparada para marcar una nueva era en el mundo del tenis.