El Barça cierra este miércoles la fase de grupos de la Champions League ante el Royal Amberes. Con el pase a octavos ya sellado, al conjunto que dirige Xavi Hernández le basta un empate en tierras belgas para certificar la primera posición del Grupo H.
El equipo blaugrana afronta el encuentro después de la decepcionante derrota ante el Girona (2-4) que le aleja de la pelea por el título. Tras este duro KO, el Barça ha vuelto a caer hasta la cuarta posición, igualado con el Atlético, a siete puntos del líder, el Girona, y cinco del Real Madrid.
Las críticas han arreciado tras este tropiezo y las dudas se han vuelto a instalar en un entorno, el culer, muy exigente. Xavi es consciente de todo ello, pero se mantiene tranquilo y en la rueda de prensa previa a este Royal Amberes- Barça, ha asegurado que el vestuario también.
“De puertas a fuera seguro que hay dudas y críticas. Y es normal, después de una derrota como la que sufrimos ante el Girona”, empezó aceptando el técnico blaugrana, que enseguida pasó a desvelar el sentimiento que se ha insatlado en el vestuario: “De puertas a dentro, los jugadores están muy enfadados y con ganas de reaccionar“.
El de Terrassa explicó que “los futbolistas ven que hicimos muchas cosas para ganar contra el Girona, pero no lo hicimos por errores nuestro en las dos áreas. Fue un partido muy parecido al del Real Madrid, hicimos ocasiones, pudimos ganar, pero nos faltó contundencia en las dos áreas. Nos falta efectividad en el área rival y en la propia no tenemos la contundencia defensiva que tuvimos contra el Atlético o el Athletic. Podríamos decir incluso que el partido del Girona es bueno, pero fallamos en las áreas”.
Xavi reiteró que “el vestuario está enfadado y con ganas de reaccionar”. Y señaló el partido contra el Amberes como una buena oportunidad para empezar a hacerlo: “Es otra competición en la que hemos hecho los deberes y en la que tenemos todos los números para ser primeros. Queremos reaccionar cuanto antes”.