El ‘9’ del Paris Saint-Germain sigue siendo un foco de problemas año tras año. Parecía que esta temporada se acababa el debate con la llegada de dos jugadores, Gonçalo Ramos y Randal Kolo Muani, para ocupar ese puesto con garantías, pero la única realidad es que Kylian Mbappé es ahora mismo el delantero centro elegido por Luis Enrique.
El PSG pagó 150 millones de euros por los dos atacantes, llegados del Eintracht de Frankfurt y del Benfica. El equipo parisino arrancó con Gonçalo Ramos ocupando la posición de ‘9’, permitiendo así que Kylian Mbappé jugará en su posición favorita, tirado a la banda izquierda con libertad. Sin embargo, el portugués no convenció a Luis Enrique, que llegó a probar a Marco Asensio como falso nueve mientras Kolo Muani, llegado a última hora en el mercado, se adaptaba al juego del equipo.
El internacional francés se colocó como delantero titular desde finales de septiembre, pero un partido cambiaría la situación por completo. El 28 de noviembre, en el Parque de los Príncipes, en plena segunda parte ante el Newcastle Luis Enrique colocó a Kylian Mbappé como delantero centro, algo que le cambió por completo la cara al equipo.
El técnico español encontró el camino. Desde ese momento, la estrella del PSG ha jugado siete partidos y en todos ellos ha ocupado la posición de delantero centro. ¿Su rendimiento y el del equipo? Inmejorable. El equipo capitalino dejó atrás las dudas del inicio de la temporada para sumar cinco victorias y dos empates. Invicto y con ocho goles de su número ‘7’.
Mbappé no se queja… por ahora
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Kolo Muani y Gonçalo Ramos pasaron a un segundo plano. El primero, relegado a un papel de revulsivo saliendo entre 15 y 20 minutos y actuando siempre en una de las bandas, sea la derecha o la izquierda. El portugués, por su parte, ha sufrido una degradación todavía mayor. Solo ha disputado un minuto en esos siete partidos, si no se tiene en cuenta el encuentro ante el Revel, en Copa, donde Luis Enrique le dio la titularidad ante un sexta división.
El escenario que se abre ahora es el de un PSG que solo funciona con Kylian Mbappé actuando como delantero centro, mientras sus dos fichajes, con un valor de 150 millones de euros, apenas juegan los minutos de la basura. El problema nace en la situación del crack de Bondy, que en el pasado se ha quejado en repetidas ocasiones de no tener libertad y de tener que ocupar un puesto de referencia central en ataque.
Por el momento, Mbappé no ha hecho ninguna mención a este nuevo rol que le ha otorgado Luis Enrique. Su rendimiento y su actitud sobre el césped son ejemplares. La pregunta es cuánto aguantará el mejor jugador del equipo en una posición en la que ya ha manifestado que no le gusta jugar. Todo ello con el futuro de Kylian en el aire, a solo cinco meses de terminar su contrato.