La reinvención de los Globos de Oro ha culminado. ‘Oppenheimer’, ‘Poor things’ y ‘Anatomía de una caída’ en cine y ‘Succession’, ‘The Bear’ y ‘Bronca’ en televisión han sido grandes triunfadoras en esta 81ª edición, pero puede decirse que el mayor ganador son los propios premios. Después de verse hundidos tras exponerse los problemas de la falta de diversidad y por cuestionables prácticas éticas y financieras de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, y tras ponerse en manos de un empresario y abrir su votación a 300 periodistas, la polémica ha quedado enterrada o al menos olvidada y Hollywood se ha entregado y vuelve a tener su primera gran fiesta en la temporada de galardones.
Los globos llegaban, al menos numéricamente por nominaciones y como sucedió en taquilla, como un duelo entre ‘Oppenheimer’ y ‘Barbie’
. Y ha sido la última creación de Christopher Nolan la que ha arrasado. La película no solo ha sido reconocida como mejor drama, elevándola como favorita en la carrera hacia los Oscar, sino que le ha dado por fin al autor, tras seis nominaciones, su primer globo, como mejor director.
Ha llevado también hasta la estatuilla al actor irlandés Cillian Murphy, colaborador habitual de Nolan (seis títulos juntos) reconocido por su papel protagonista como el padre de la bomba atómica, así como a Robert Downey Jr. como actor de reparto. Además ha ganado en categoría de banda sonora por el trabajo de Ludwig Göransson.
‘Barbie’, la creación de Greta Gerwig que volvió de carne y hueso el producto de Mattel, no se ha ido de vacío y se ha impuesto en una de las dos nuevas categorías creadas por estos globos, que reconoce el mérito cinematográfico y la taquilla, además de ganar mejor canción por ‘What was I made for’, de Billie Eilish. Pero tanto el premio a mejor película de comedia o musical como el de mejor actriz en esa categoría en que los globos separan de drama, no obstante, han sido para `Poor things’, de Yorgos Lanthimos, y Emma Stone, su impresionante protagonista.
Histórico premio para Lily Gladstone
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La mayor ovación de la noche, con todo el Beverly Hilton puesto en pie, ha sido para Lily Gladstone, la actriz nativa americana que protagoniza de ‘Los asesinos de la luna’, de Martin Scorsese y que ha hecho historia en la categoría. En un discurso que ha empezado en la lengua de los indios blackfeet, Gladstone ha acabado dedicando el premio a todos los niños de los pueblos originarios y hablando de representación, sin olvidar de agradecer a “aliados”.
Paul Giamatti, por su parte, ha dedicado su premio a los maestros al llevarse el galardón como actor de drama por ‘Los que quedan’, la película de Alexander Payne que también le ha valido el reconocimiento como actriz de reparto a Da’Vine Joy-Randolph.
Una de las grandes sorpresas de la noche la ha dado el triunfo en categoría de guion de ‘Anatomía de una caída’, la película de Justine Triet, coescrita con Arthur Harari y ganadora de la Palma de Oro en Cannes, que se ha impuesto a ‘Oppenheimer’, ‘Los asesinos de la luna’, ‘Barbie’, ‘Poor things’ y ‘Vidas pasadas’. Y ese triunfo, que posiblemente no habría sucedido con el antiguo grupo que votaba los globos, ya hacía intuir que la película francesa, nominada además como mejor drama, también ganaría el de mejor película en habla no inglesa, lo que ha dejado sin estatuilla a ‘La sociedad de la nieve’, de J.A. Bayona.
El genio de la animación Hayao Miyazaki también ha ganado su primer globo por ‘El chico y la garza’.
Una gala sin gancho
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En su retorno a la normalidad, los Globos han cambiado su cadena tradicional de emisión en Estados Unidos (CBS en lugar de NBC) y han optado por quitar posibles aristas en la elección de su presentador, el cómico Jo Koy, que ha tenido una actuación sin ningún salero, lo que ha dejado los mejores pedazos de humor en manos de algunos de los presentadores de premios en una gala que en cualquier caso se ha hecho larga en sus tres horas, y donde, y pese a que el mundo vive dos guerras, y Estados Unidos está en año de elecciones, esta vez no ha dejado discursos de tinte político. Y ha sido algo paradójico cuando la otra nueva categoría de este año, para el mejor especial de comedia, ha ido a parar a Ricky Gervais, el hombre que dio acidez e incorrección política durante años a estos premios. El británico ni siquiera ha acudido a la fiesta.
En televisión la cuarta y última temporada de ‘Succession’ se ha despedido con honores, no solo con el premio a mejor drama, sino también con galardones de interpretación protagonista para Kieran Culkin y Sarah Snook y para Ray Macfadyen en reparto, que en categoría femenina ha sido para Elizabeth Debicki, la princesa Diana en ‘The crown’.
También triunfadora ha sido ‘The bear’, coronada mejor serie de comedia y con premios tanto para Jeremy Allen White y para Ayo Edebiri. Y otro pleno ha hecho la miniserie ‘Bronca’, ganadora en su categoría general y en las de actuación para Ali Wong y Steven Yeun.