Una nueva misión privada se conjura para llegar a la Luna. Después del fracaso de la nave israelí Beresheet en 2019, de la japonesa Haruto-R en 2023 y de la estadounidense Peregrino en 2024, este jueves la compañía aeroespacial Intuitive Machines, con sede en Texas, ha lanzado una misión con la esperanza de llegar a la Luna. Se trata de ‘Odiseo’, un módulo de aterrizaje lunar de cuatro metros de altura que parte cargado de esperanzas y misiones científicas. El instrumento ha conseguido despegar con éxito esta madrugada a bordo de un cohete Falcon 9 de Space X, ya ha salido de la órbita terrestre y, por el momento, todo apunta a que se dirige sano y salvo rumbo al satélite terrestre.
Si ‘Odiseo’ consigue posarse sobre el suelo lunar entraría de cabeza en los libros de historia. En primer lugar, porque sería la primera misión estadounidense en la Luna en más de medio siglo. Y en segundo lugar, porque sería la primera misión privada en conseguir este hito. Hasta el momento, tan solo cuatro países han logrado poner sus maquinarias sobre la Luna con éxito: la Unión Soviética, Estados Unidos, China y la India (y más recientemente, Japón, aunque en este caso la nave cayó de lado y apenas pudo operar tal y como estaba previsto).
La misión aspira a lograr el primer alunizaje con el sello de una empresa privada
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La misión de este jueves ha despegado alrededor de las 7 de la mañana (hora peninsular española) desde el centro espacial Kennedy de Florida. Según estiman sus impulsores, la misión tardará cerca de una semana para llegar en la zona de aterrizaje prevista en el polo sur de la Luna y no será hasta el jueves que viene, 22 de febrero, que intentará el temido aterrizaje sobre la superficie lunar. Si lo lograra, afirman, sería el primer alunizaje estadounidense desde el Apolo 17. Y el primero que se logra con el sello de una compañía privada.
Objetivos científicos
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La misión de ‘Odiseo’ consiste en desplegar un abanico de instrumentos científicos en el polo sur de la Luna, una región relativamente poco explorada por nuestra especie. La nave espacial transporta, entre otros, varios instrumentos científicos de NASA. Por ejemplo, cuatro antenas y un sistema receptor de radio de baja frecuencia diseñados para estudiar el entorno. Estos instrumentos también detectará emisiones radiales del Sol, Júpiter y la Tierra, así como polvo que impacte en la superficie de la Luna.
El módulo de aterrizaje también lleva a bordo un conjunto de cargas comerciales, es decir, de instrumentos y objetos diseñados por empresas para colocarse sobre la Luna. Por ejemplo, una urna con esculturas del artista Jeff Koons, muy conocido por sus ‘Baloon dogs’. Según explican desde Intuitive Machines, la misión busca “sentar las bases para una economía lunar próspera, abriendo nuevas posibilidades de investigación, comercio y exploración, y acercando el sueño de la humanidad de convertirse en una especie multiplanetaria”allanar el camino para una presencia humana sostenible en ese satélite natural y sus alrededores.
El módulo lleva varios instrumentos científicos a bordo, así como esculturas de Jeff Koons
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La misión tiene previsto operar un total de siete días. Después de ese terminio, se estima que llegará la noche lunar y que, tras una bajada drástica de las temperaturas, el módulo de aterrizaje quedará totalmente inoperativo. Se trata de la segunda misión de la iniciativa de Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS) de la NASA, después del Peregrine, y hace parte también del programa Artemis de regreso a la Luna. En enero pasado, el módulo Peregrine, de la empresa Astrobotic Technology falló en su intento de aterrizar en la Luna con cargas de la NASA y otras comerciales debido a problemas de abastecimiento de combustible, entre otros.