La mayor parte de las víctimas mortales del incendio del edificio de Campanar consumido por las llamas el jueves 22 de febrero murieron por la inhalación de humo. Es el resultado preliminar de las autopsias que se están realizando desde la tarde del viernes en el Instituto de Medicina Legal (IML) de València. Los primeros nueve cuerpos llegaron ese mismo día y el décimo y último –si se cumplen las previsiones de los bomberos y de la Policía Nacional, que ya han revisado todas y cada una de las 138 viviendas del complejo residencial–, este sábado por la mañana.
Aunque las autopsias no se han dado por concluidas, porque faltan pruebas complementarias y certificar oficialmente todas y cada una de las identificaciones, en muchos de los casos ha sido posible realizar la prueba de la carboxihemoglobina. Se trata de un indicador que, detectado en niveles altos, como es el caso, confirma que la muerte se ha producido por la entrada de monóxido de carbono en el torrente sanguíneo, lo que desplaza al oxígeno y produce el fallecimiento. En esos casos, la persona pierde el conocimiento, por lo que no se produce sufrimiento.
Aunque el estado de algunos cuerpos impedirá buscar los niveles de carboxihemoglobina, y probablemente nunca pueda haber un dictamen oficial de la causa de la muerte, lo más probable es que las diez personas que perecieron en el siniestro lo hicieran por inhalación de humo, dada la densa humareda que envolvió el edificio por fuera y por dentro desde los primeros momentos. En ese caso, las quemaduras que muestran muchos de ellos se produjeron tras el fallecimiento.
Identificados por huellas
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Hasta esta noche, la Policía Científica había logrado identificar a varios de los fallecidos mediante el cotejo de sus huellas dactilares con las recogidas en sus documentos personales: los DNI, en el caso de los españoles –que son la mayoría–, y el NIE, en el de los extranjeros –este diario solo tiene constancia de una mujer, que es de origen ruso–.
En los casos en los que no ha sido posible tomar las huellas, la Policía está aplicando otros métodos, entre ellos, el de identificación genética. Para ello, el viernes se instó a los familiares a acudir al Centro de Turismo (CdT), en el Paseo de la Alameda, para tomar muestras de su ADN y cotejarlo con el extraído de los cuerpos. Esas evidencias ya han sido llevadas al laboratorio de genética de la Policía Nacional, que ha dado prioridad absoluta a su procesamiento, para poder dar la noticia definitiva a los familiares lo antes posible y que estos puedan disponer de sus cuerpos para poder llevar a cabo las honras fúnebres.
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En principio, fuentes jurídicas han advertido a este diario que no está previsto que eso suceda hasta dentro de unos días, cuando forenses y policías den por completamente concluido el proceso de identificación.
Además de por huellas o ADN, los expertos en identificación de cadáveres de la Comisaría General de Policía Científica desplazados este viernes desde Madrid, tal como adelantó Levante-EMV, han aplicado otras técnicas, entre ellas radiografías de las dentaduras y de los cuerpos, con el fin de poder determinar su identidad a partir de los estudios odontológicos o de posibles intervenciones quirúrgicas con o sin implantes metálicos.
Para ello, realizaron entrevistas a los familiares con el fin de conocer sus antecedentes médicos, y también otros datos potencialmente identificadores como joyas o ‘piercings’ distintivos, entre otros.
Como informó este diario, los primeros nueve cuerpos fueron rescatados a lo largo del viernes. Tras una primera exploración preidentificativa bajo la carpa montada por la UME al pie del edificio, fueron trasladados al IML para realizar las autopsias y la toma de muestras para identificarlos. Caída la noche, se suspendió el rastreo, cuando quedaba solo un desaparecido. Su cuerpo sin vida fue encontrado y recuperado a primera hora del sábado, y trasladado junto a los demás para el estudio forense.
La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, subrayó ayer que los trabajos en el interior del edificio son “muy complejos” porque hay “muchísimo escombro”, pero “vamos a revisar palmo a palmo” para descartar que pueda haber algún otro cuerpo.
Pero Bernabé señaló que el número de cuerpo encontrados “corresponde con el número de personas que tenemos como ilocalizables”, por lo que quiere pensar que “se corresponden y que no vamos a encontrar más”. Apuntó que es pronto para hablar de los funerales de las víctimas porque las pruebas de ADN se han de realizar “con total garantía”.