Kylian Mbappé llegará al Real Madrid cobrando la prima de traspaso más alta de toda la historia del fútbol, por mucho que la prensa capitalina y el madridismo sociológico quieran maquillarlo.
Por lo tanto, su fichaje se convertirá en la tercera mayor transacción que nunca ha habido después de las incorporaciones que hizo el PSG de Neymar Jr. (222 millones de la cláusula de rescisión pagados al Barça) y del propio Kylian (180 millones al Mónaco). La diferencia, sin embargo, está en que el monto, de 135 kilos irá directo a la cuenta del delantero fraccionado en signing bonus y bonus de fidelidad.
La distorsión de los emolumentos de Mbappé con relación al resto de la plantilla crea una primera fractura y dinamita una pirámide salarial (ahora ha quedado patente que era ficticia) que Florentino se inventó y que utilizó como herramienta en las últimas renovaciones.
Y ya se sabe que el vestuario de un equipo profesional es un nido de cobras donde reina el egoísmo. Kylian no llega en el mismo escenario de los Galácticos cuando había un grupo de estrellas con un salario muy parecido: Luis Figo, Zidane, Beckham o Ronaldo. Aquí él estará solo en la cúspide.
Florentino se ha tragado el orgullo y lleva años planificando el aterrizaje de Mbappé. En este contexto, cabe incluir los fichajes de Eduardo Camavinga, en 2021, y de Tchouaméni, en el verano de 2022, dos refuerzos que el PSG quiso en su día y que el Madrid incorporó pensando en crear un entorno más apetecible para su astro.
Por eso, este próximo verano, puede fichar un tercer futbolista con pasaporte francés, el central de 18 años Leny Yoro, del Lille, para que haga de escudero a la nueva estrella, junto también a Mendy, que está en Madrid desde 2019, pero que tiene un futuro incierto.
La otra duda que se plantea es, cuál será el grado de complicidad entre Mbappé y uno de los lobbies con más peso en el vestuario merengue, el de los brasileños. A Eder Militao, Vinicius Jr., y Rodrygo se le unirá este verano el ‘menino prodígio’ del Palmeiras, Endrick, la incorporación del cual acabará costando 72 ‘kilos, en el cómputo de toda la operación.
Analizando cómo fue la cohabitación de Kylian con Neymar Jr y el clan brasileño del PSG, los precedentes tendrían que despertar un cierto grado de preocupación en Madrid.
Quizás por primera en su historia, el Real Madrid no contará con un grupo de futbolistas españoles que vertebre el vestuario. Solo hace falta ver los once tipos que ya corren por las redes sociales, solo aparece un jugador local, Carvajal.
A Ancelotti, por mucha mano izquierda que tenga, le tocará tirar de agudeza y diplomacia para hacer supuestamente de pacificador y desactivar la bomba de relojería que supone la llegada de Mbappé, un egocéntrico que ha fracasado en el PSG cuando desde Qatar le entregaron las llaves del club.