Malú licks his wounds in the heat of his fans at the Liceu

After being heavily projected in the media for non-musical reasons and having suffered some ups and downs in her relationship with the public (flare at the Palau Sant Jordi in October 2022), Malu launches on this tour the message of seek refuge in winter quarters in the warmth of the most loyal public. A thorough and well-resolved move, as we saw this Tuesday in the first of two concerts at the Liceu (Guitar BCN festival), recital rich in nuances and charged with emotion on that journey more or less chronological to his 25-year career (which are actually 26).

For Malú, it all started with a gift from Alejandro Sanz called ‘Apprentice‘, and so the session began, with that great song that Sanz could well have kept in his day to give even more luster to the album ‘Más’ (at that time the man was planted). Version changed once again, with vestiges of flamenco ‘tempo’ and pinches of electricity.

Y el chorro de voz de María Luisa Sánchez Benítez, modulado a lo largo de un repertorio con formas de montaña rusa, a través de sutilezas tempranas (‘Como una flor’), pop ‘mainstream’ transatlántico (‘Toda’, de su alianza con el colombiano Estéfano) y un aislado giro latino (‘Enamorada’, con dos metales). A medida que avanzaba el cancionero y la línea temporal discográfica, cobraba forma la Malú más invasiva, la leona de la radiofórmula, cabalgando sobre los arrolladores estribillos de ‘Si estoy loca’ (vía ‘medley’), ‘Ahora tú’ o ‘Blanco y negro’. Esa guitarra eléctrica casi ‘heavy’ de Carlos Calzada.

Y la otra, la flamenca de su hermano, José de Lucía, que se agradeció en la secuencia apaciguada de ‘Oye’ y ‘Todos los secretos’ (con desgarro vocal: “quién me va a decir ahora si soy una santa o una pecadora”). No era aquella Malú tan sobreactuada de la gira ‘Caos’. Buscaba la comunicación por otros conductos, y ahí estuvo el consignable ‘Ángel caído’, que le compuso hace más de diez años un Pablo López que todavía no había debutado como solista. Como oradora, Malú nunca ha sido muy sofisticada: invitó a “un viaje” a través de “la música, los recuerdos, la pasión”. Caminó con cautela: “Ya me partí el pie aquí una vez”, dijo recordando un tortazo experimentado ahí hace unos años.

ttn-24