El Barça está atravesando un momento delicado en lo que a la primera plantilla se refiere. La goleada encajada ante el Real Madrid en la final de la Supercopa de España en Riad significó un golpe duro de encajar, pero desde el club han querido trasladar máxima confianza al proyecto de Xavi.
Lo ha hecho Joan Laporta, que se ha desplazado hasta la Ciutat Esportiva Joan Gamper para mantener una charla con los futbolistas. El presidente ha llegado a Sant Joan Despí antes del entrenamiento previo al desplazamiento a Salamanca para disputar la Copa del Rey.
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Acompañado de Rafa Yuste, vicepresidente deportivo, estuvo en el vestuario para arengar a los jugadores y animarles a reaccionar. Fue dura de encajar la derrota en el clásico, pero Laporta entiende que hay tiempo para revertir la situación y que hay demasiado en juego para bajar los brazos.
La plantilla atendió a los ánimos del máximo dirigente blaugrana, que vio toda la sesión de entrenamiento, menos el primer cuarto de hora en el que los medios tienen acceso, desde la grada del recinto. Yuste abandonó el recinto antes del mediodía, cuando el equipo ya se ejercitaba desde hacía una hora sobre el césped.
Cuando Laporta, acompañado del directivo Joan Soler, se marchó de la Ciutat Esportiva, no atendió a las preguntas de la prensa que esperaba fuera, pero sí levantó el pulgar en señal de optimismo.