El sentido común dice que una empresa de productos petroquímicos, destinada a la venta mayorista a otras industrias, pinta entre poco y nada en el mundo del patrocinio deportivo. ¿Para qué querría alguien promocionar su marca entre el gran público, que es lo que facilita el deporte, cuando sus ventas no se producen en establecimientos a pie de calle sino en despachos ejecutivos? A priori, no tiene ningún sentido. Pero Jim Ratcliffe, el propietario de Ineos, levanta la mano y dice que sí lo tiene. Al menos para él.
Lo tiene porque su esquema mental con el patrocinio y la compra de activos deportivos no está relacionado con la consecución de un retorno económico. Ratcliffe, un desconocido fuera de los círculos empresariales y económicos, no aspira al conocimiento de su marca (aunque, ya que está, también lo hace), sino a saciar sus deseos más íntimos: ¿Quién no ha querido alguna vez ser el dueño del equipo de fútbol al que anima desde niño? Ratcliffe, que para eso es multimillonario, lo ha conseguido.
Desde Nochebuena, este empresario británico es oficialmente el dueño del 25% de las acciones del Manchester United, la marca futbolística más potente del mundo de las últimas dos décadas, junto a Real Madrid y Barcelona. Hoy, en el Boxing Day, estrenará su condición de copropietario del club mancuniano en el encuentro que se disputará en Old Trafford frente al Aston Villa de Unai Emery, la gran revelación de esta Premier League.
Dueño del Niza y el Lausanne
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Como parte del acuerdo, Ratcliffe, a través de Ineos, asumirá el control de las operaciones deportivas del club. Es decir, será él quien decida quién es el entrenador del equipo, qué jugadores se contratan y cuáles se venden. Una tarea en la que ya tiene experiencia, pues el Manchester United es el tercer club del que es accionista, tras adquirir el Lausanne suizo en 2017 y el Niza francés en 2019. Ambos, visto con perspectiva, banco de ensayos para lo que ahora se viene.
Ratcliffe, escrito queda, es un empresario de la industria química que supo levantar un imperio. Fundó Ineos en 1998 y la fue convirtiendo en la cuarta empresa petroquímica con mayor facturación del mundo, según las publicaciones especializadas. Un gigante empresarial con el que ha ido abriendo otras vías de negocio, como Ineos Grenadier, un vehículo todoterreno que ha convertido en la joya de su corona.
Esta marca es la que da nombre a la que hasta Nochebuena era su principal inversión en el deporte, el equipo ciclista británico que llegó a la cima bajo el nombre de Sky. Cuando la cadena de televisión decidió retirarse, en 2019, se esperaba una desinversión brutal, pero Ineos la mantuvo y sigue siendo uno de los baluartes del ciclismo mundial, con corredores como Tom Pidcock, Geraint Thomas, Egan Bernal y el prometedor español Carlos Rodríguez.
Su inversión en ciclismo es paradigmática de los objetivos de Ratcliffe. El deporte de la bicicleta no es rentable en términos económicos, no hay manera de lograr un retorno directo de la inversión, más allá de venta de merchandising, el chocolate del loro. Ineos pone nombre al equipo porque a Ratcliffe le gusta el ciclismo y quiere realizarse personalmente a través de esos alrededor de 40 o 50 millones de euros que le destina cada año.
Atletismo, Fórmula 1, rugby…
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Algo similar ocurrió en 2019, cuando patrocinó el proyecto para que Eliud Kipchoge bajara de las dos horas en maratón, bajo el nombre de Ineos 1:59 Challenge. Fue un show, pues las condiciones de la prueba, siempre rodeado de liebres (41 en total) entre otras licencias como avituallamiento en bicicleta, no permitieron que la marca fuera oficial, algo que se sabía de antemano. Sin embargo, Ratcliffe quería ligar su nombre a un hecho histórico como fue que un ser humano corriera por primera vez un maratón en menos de dos horas.
Ineos también ha entrado en la Fórmula 1, patrocinando y adquiriendo el 33% del equipo Mercedes-Benz de Lewis Hamilton; en la vela, con una de las embarcaciones que disputarán la Copa América 2024, con salida en Barcelona; y en rugby, patrocinando a la selección de Nueva Zelanda, actual subcampeona del mundo.
¿Qué hará Ratcliffe en el Manchester United?
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Resta ahora saber de qué manera gestionará el Manchester United, en un momento de cambio en la gestión económica de los clubes ingleses, con una nueva regulación de ‘fair-play’ de la Premier League y con la de la UEFA ya en periodo de aplicación.
De entrada, el acuerdo al que ha llegado Ratcliffe, tras año y medio de negociaciones, recoge una inyección directa de 300 millones de libras en el proyecto deportivo. En su día, el Ratcliffe fan del Manchester United criticó severamente el dispendio de dinero en jugadores de dudosa calidad. Ahora es su turno para que el equipo de Old Trafford, tras más de una década alejado de los principales títulos, pueda volver a ser el club más grande del planeta que un día fue.