Israelis and Palestinians hold their breath waiting for a ceasefire

Two opposing territories hold their breath at the same time. During an endless day, Israelis and Palestinians have remained aware of whether, finally, after 121 days of warthere would be a Stop the fire that could stop the fighting in the Gaza Strip, return the Israeli hostages and allow the entry of humanitarian aid. For the moment, it has not been possible. The statements of the Israeli Prime Minister, Binyamin Netanyahuhave continued to push away the possibility of a truce taking place, while the Palestinian group Hamas keeps the world in suspense before officially confirming whether or not they accept the Israeli proposal. In the Palestinian enclave, the bombing has not stopped with Israeli troops reaching Rafah, the border city with Egypt.

Netanyahu has been clear. “We will not accept all agreements and not at any price“, he said at the beginning of the government meeting in a statement released by his office. “The efforts to free the hostages continue at all times,” he clarified, while he once again recalled that “the essential goal, the first of all, is eliminate Hamas”. Although he has thanked all the help provided by his main ally, the United States, since the beginning of the war, he has pointed out that “as a sovereign State that fights for its existence and its future, we make our own decisions, even in those cases where there is no agreement with our American friends.” He has also taken it upon himself to point out that they will not accept Hamas’s demand for free thousands of prisoners Palestinians in exchange for the 136 hostages, living and dead, still in their possession.

Son importantes detalles como estos los que encallan las negociaciones. Netanyahu ha insistido que, en un hipotético intercambio de rehenes israelíes por reos palestinos, la ratio tendría que ser la misma que se aplicó durante la tregua de finales de noviembre: tres excarcelaciones por cada liberación. Pero el primer ministro no está solo en su negativa. La mayoría de sus aliados ultranacionalistas se oponen a cualquier concesión e, incluso, hace unos días el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, amenazó con hacer caer el Gobierno si Netanyahu accedía a retirar sus tropas de Gaza. En cambio, tanto los miembros más centristas del gobierno como los líderes militares se han mostrado más favorables a un alto el fuego, generando división entre los ministros del gabinete de guerra. 

Una semana después de que los mediadores qataríes, egipcios y estadounidenses se reunieran con Israel en París para concretar la tregua que detendría los ataques entre uno y dos meses, Hamás sigue sin dar una respuesta clara. “El movimiento aún no ha dado una respuesta y está llevando a cabo consultas finales con miembros de nuestro pueblo y sus facciones nacionales de manera que cumpla con el interés del pueblo palestino de detener la agresión, la reconstrucción y la liberación de los prisioneros”, ha indicado una fuente del grupo al canal ‘Al Aqsa, cercano a él. El ‘Times of Israel’ informa de que es posible que Hamás descarte un acuerdo de intercambio de rehenes si este no incluye un final claro de la guerra. Una fuente afiliada al gobierno de Qatar ha declarado a ‘Al Arabyque EEUU intenta convencer a Hamás, cuya principal prioridad es la ayuda humanitaria y el tratamiento de los heridos, de que reanudar los combates será difícil para Israel después de una pausa.

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