El Inter logró un sufrido triunfo ante la Roma, en un partido en el que asedió a los de Mourinho pero no encontró el premio del tanto hasta los últimos minutos. Un encuentro marcado en la previa por el incidente entre los aficionados del Inter y Lukaku: “hagamos de su vida un infierno en el campo”, rezaban los carteles en los aledaños del campo.
[–>Los locales arrancaron con intensidad, en cuarenta y cinco minutos en que dieron un recital y a los que solo les faltó efectividad. Pronto se abrió el tarro de las ocasiones, con un disparo de Calhanoglu al travesaño en el minuto 6.
Al cuarto de hora llegó la segunda. El asedio era constante. Marcus Thuram probó a Rui Patricio con un disparo que el meta portugués sacó con gran acierto. A renglón seguido, Dimarco lo intentó con un disparo que se marchó fuera.
Antes del descanso, el Inter volvió a perdonar. Barella se encontró con un rechace pero su golpeo no fue entre palos.
En la segunda mitad, no varió el guion del partido, pero no fue hasta el tramo final que el Inter encontró el premio del gol. Al inicio de la reanudación, Thuram remató de cabeza por encima del travesaño, y Dumfries estuvo a punto de inaugurar el electrónico con un disparo-centro que desvió la defensa.
La única oportunidad de los de Mourinho llegó mediada la segunda mitad, con un brillante remate de cabeza de Cristante que obligó a Sommer a realizar una gran intervención.
El Inter lo seguía intentando con ahínco, pero no fue hasta el tramo final que consiguió anotar el gol que decidió el encuentro. Dimarco habilitó a Thuram y el francés, esta vez sí, no perdonó ante Rui Patricio para poner al Inter líder en solitario de la Serie A.