Naiara no ha sido la única ganadora de ‘OT 2023’. En esta vuelta del veterano ‘talent’, ahora en Amazon Prime Video, Chenoa ha resultado ser la gran triunfadora. Porque ha salido airosa, con nota, de un reto profesional al que nunca se había enfrentado: presentar un programa semanal de casi dos horas en directo. Y también un reto personal: ‘OT’ ha sido el formato que le dio la fama como cantante hace 22 años, lo que provocaba trabajar durante casi 120 minutos con las emociones a flor de piel. Su actuación sobre ese escenario en la noche de la gala final con el mismo ‘Last Dance’, de Donna Summer, que interpretó con 26 añitos (ahora tiene 48), acompañada esta vez de los 16 concursantes de la generación actual, ha sido como el broche final del trabajo bien hecho y de una gran implicación emocional.
“Había ensayado con los chicos y pensaba que lo tenía todo controlado. Pero me puse a llorar. Y encima me abrazan. Con lo que me tomé un minutito para dejarme llevar, porque si no no podía seguir”. Y es que la cantante está aprendiendo a despojarse de esa coraza que siempre la ha mantenido bien erguida — la de mujer segura de sí misma y empoderada– como está demostrando en ‘El desafío’ (Antena 3). En el programa de retos imposibles da rienda suelta a su vulnerabilidad al enfrentarse en ‘prime time’ a miedos que poco a poco está aprendiendo a superar, a la vez que se desnuda emocionalmente, algo que para ella es un deporte de riesgo más.
Implicación total
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Antes de que empezara el directo de la gala final de ‘OT 2023’ del lunes, se le veía en el plató intentando calmar sus nervios hablándole al público y santiguándose cuando faltaban segundos para salir al aire: “Es que soy muy respetuosa con lo que hago. Siempre tengo un juez interno muy pesado. Y eso no va a cambiar”, reconoce. Ese respeto por su trabajo (y también su gran pasión por el formato) le hacía llegar cada semana empapada de la más rabiosa actualidad. “Me veía el ’24 horas’, luego iba al TikTok… Me enteraba de todo. Y me decía: cállate. Porque no tengo filtro. Y alguna vez se me escapaba algo, cuando los fans aún no habían dicho nada”, rememora.
En las galas, también han sido habituales las referencias a aspectos muy conocidos de su pasado (sus desamores, la famosa escena del chándal) de los que ha sabido reírse. “Yo me río mucho, si no no sobrevivo”, dice. Por salud mental. “Hago el meme antes de que salga”, asegura, consciente del signo de inteligencia que es saber reírse de uno mismo. “El único meme que me ha faltado es el de la ‘ganadera’”, reconoce en alusión a que en la final dijo “ganadera de ‘OT’” en lugar de “ganadora”. “No habría estado mal, porque te puedo poner una vaca gallega que se llama Chenoa y que ganó un premio importante”, prosigue divertida.
Poder a los 50
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Chenoa está ‘on fire’, que dirían las nuevas generaciones, y demuestra cómo se puede estar bellísima y trabajar sin parar pese a acercarse a la cincuentena. Un mensaje para los jóvenes edadistas: no todo acaba tras entrar en la madurez. “Me parece importante que tengamos más referentes. Y hay más masculinos, eso está clarísimo”, se queja. Hablar de esto le lleva a hablar de tolerancia. “Lo que más me ha gustado de esta edición es ver una pareja que se ama y se adora en paz”, dice en relación al amor gai entre Martin y Juanjo. Por lo que no entiende que les lancen ‘hate’. “Hay cosas que me chirrían muchísimo. Primero, porque no tengo esa mentalidad. Mientras tú no me hagas daño, ¿qué más da? Creo que es un deporte nacional meternos en las cosas de los demás. ¿Tú duermes con él acaso?”.
Viendo que ese nivel de vehemencia no lo exhibe en las redes, uno intuye que se sabe reprimir. “Yo siempre me muerdo la lengua. Es que considero que cuando no estás de acuerdo con algo, soltarlo constantemente pierde efecto. Entonces procuro bloquear. Es algo que les he aconsejado a los chicos. De tanto en tanto, cuando veo algo injusto y ya me tienen un poquito hasta aquí, lo hago. Con educación, porque con la edad que tengo soy responsable hasta cierto punto de mantenerla. Aunque si me pillas en plan Laura tomándonos algo, otro gallo cantaría”, confiesa. Genio y figura hasta la sepultura.
Vuelta a la música
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‘OT’ le ha supuesto también la vuelta a la música, que tenía un poco aparcada desde que hace ocho años decidió volcarse más en sus trabajos en la tele. “En ningún momento he pensado en lo que me estoy perdiendo, sino lo que estoy ganando”, advierte. Y bien contenta está de la popularidad que ha ganado con proyectos de éxito como jurado de ‘Tu cara me suena’ o ahora como concursante de ‘El desafío’, ambos de Antena 3. Porque defiende que un cantante sea polifacético. “Los norteamericanos hacen lo que les da la gana. Jennifer Garner ganó un Óscar y luego un Grammy. Pero aquí no eres flexible por el qué dirán”, lamenta.
No obstante, la música está ahí, y por eso acaba de sacar un ‘single’, ‘Bailar contigo’, que presentó en ‘OT’, en casa’. Y prepara otro. ”Viene bastante potente. La letra no es mía, pero pocas canciones te llegan así como caídas del cielo”. Y aunque los tiempos cambian, y las tendencias, también, ella quiere mantener su esencia. “Mi estilo siempre ha tenido ese punto pop rock que me gusta mucho mantener. Ahora no es tan tendencia, pero todo vuelve. Y también es cierto que el público te pido un poco lo que tú le das”, asegura.
‘Zorra’ y el feminismo
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Por eso valora que la cantante de ‘Zorra’, a sus 55 años, sea la representante de ‘Eurovisión’. “Es maravilloso que tengas la capacidad de reinventarte con 55 años. Hay ahí una veteranía de la caída, que marca mucha seguridad”, dice. “Me hace recordar la época de Alaska, de Dinarama. Yo crecí con Alaska en la Movida”, rememora. “Con el mensaje ha habido mucha polémica, pero yo ahí no me meto”, asegura. Aunque prosigue: “El feminismo se puede ver y explicar desde muchísimos puntos de vista. Igual no estamos de acuerdo con la palabra ‘zorra’, pero en la vida hay que dar espacio a diferentes opiniones y no es jugar en un equipo más que en el otro. Simplemente, es opinar diferente”.
De nuevo incide en la tolerancia de la que presume, aunque apunta otra virtud que la define: la credibilidad. “Es lo que más me ha costado en la vida conseguir y lo que más defiendo. No me importa si te caigo bien o mal, me la trae al pairo. Por eso me llevo tan bien con Buika (la lenguaraz jurado). Pero mi palabra es superimportante y creo que eso hoy en día vale oro”, concluye. Chenoa es mucha Chenoa.