La importancia de mantener neumáticos en buen estado no se puede subestimar, ya que son esenciales para la seguridad en la carretera. La profundidad del dibujo de la banda de rodadura es un indicador clave para saber cuándo cambiarlos, con un límite legal de 1,6 milímetros.
Inspeccionar la superficie en busca de cortes, abolladuras o daños es otro paso fundamental, ya que circular con neumáticos en mal estado aumenta el riesgo de reventones.
Aunque no existe una regla exacta sobre cuándo cambiar los neumáticos, se proporcionan pautas generales. Por ejemplo, en un turismo compacto con un uso promedio, los neumáticos delanteros deben cambiarse cada 40.000 kilómetros y los traseros cada 60.000 kilómetros. Sin embargo, este kilometraje puede variar según factores como la potencia del vehículo, el tipo de tracción y la carga transportada.
Además, la fecha de fabricación también es crucial; se recomienda revisar los neumáticos después de seis años y considerar el cambio después de diez años.
En conclusión, el cuidado adecuado de los neumáticos es esencial para garantizar la seguridad y el rendimiento óptimo del vehículo. Los conductores deben estar atentos a la profundidad del dibujo de la banda de rodadura, inspeccionar regularmente la superficie de las ruedas y tener en cuenta factores como el tipo de conducción, la carga y la fecha de fabricación.