Sin haberse sentado, los aficionados del Luton presenciaron como la tormenta de los ‘red devils’ arrasaba Kenilworth Road. No pasó ni el primer minuto de juego que Alejandro Garnacho y Rasmus Hojlund empezaron a hacer de las suyas. El delantero noruego sorteó de maravilla a Kaminski y selló el primer gol del encuentro. El conjunto local, incrédulo por haber encajado con tanta rapidez, no le dio tiempo a reponerse que volvió a encajar bajo la batuta de los mismos protagonistas.
Tras el rechace procedente de un saque de esquina, Garnacho recogió el testigo y probó un disparo que acabó en una asistencia inesperada para un Hojlund que remató con el pecho. El delantero danés lleva siete tantos en Premier y fue una grata solución para Ten Hag. También pudo ampliar la brecha Marcus Rashford. El inglés abrió las aguas y condujo hasta probar el disparo a puerta. Si bien la superioridad con el 0-2 era aplastante, el Luton replicó y tras un disparo de Chong, el rechace lo aprovechó Carlton Morris para recortar distancias a trompicones.
Minutos después, el mismo Morris estuvo cerca de sellar el empate en dos ocasiones: con un disparo desde la frontal y provocando una falta peligrosa. Antes del descanso, Casemiro se jugó la expulsión con una entrada a Barkley y Doughty se precipitó en una acción que se quedaba solo frente a Onana. Llegado el segundo tiempo, Garnacho recibió en banda, pero le faltó convicción y la zaga del Luton corrigió a tiempo. Tampoco hizo lo propio Diogo Dalot, que tras una diagonal sensacional no consiguió regatear al portero rival.
Con el encuentro roto, los locales se apresuraron por asediar a Onana y el Manchester United respondió con internadas, comandadas por un imparable Rashford. Asimismo, Garnacho se mostró impotente al ver cómo se le escurría el gol de la tranquilidad, igual que a Bruno Fernandes. Ya en el último suspiro Onana salvó la victoria con una fuerte manopla.