Shouting “we are going to Barcelona” It ended this Tuesday at noon in Fondarella (Pla d’Urgell) the assembly that the farmers of Lleida have held next to an A-2 highway covered in fog and closed to traffic since early morning by their own tractors. The Lleida protesters, who have mobilized more than 1,500 agricultural vehicles, with their trailers, plows and sulfators, have begun to process permits to transfer their demands to the Catalan capital. expected at the end of this week. “If they authorize it and our colleagues sign it, the idea would be to start moving our tractors towards Barcelona during the day on Thursday and enter the city on Friday morning, first thing in the morning,” announced Damià Areny, a member of the board of the platform 6F, the collective of farmers that has promoted agrarian mobilizations in Catalonia.
The success of the first day of protests on Catalan roads has inflamed organizers and participants. According to the calculations of the union Unió de Pagesos (UP), one of those that has supported the actions, around 4,000 tractors took to the Catalan roads this Tuesdayfrom the Pyrenees to the Ebro delta. In two of them, the A-2 highway in Fondarella and the highway AP-7 in L’Aldea (Baix Ebre) The traffic cuts will be extended until this Wednesday, by agreement of the participants. There have also been tractor-trailers in other parts of Tarragona (in Montblanc and in Alcoverwith the AP-2 and C-14 closed), in Girona (with the AP-7 also closed at the height of Sant Julia de Ramis), in central Catalonia, in Penedès (with 200 tractors in Vilafranca and cut on the AP-2 in Banyeres of Penedès) and in various parts of the Pyrenees and Terres de l’Ebre.
Las movilizaciones han contado con el apoyo, entre otros, de numerosos alcaldes del territorio (ellos mismos payeses de profesión) y con la comprensión del Govern de la Generalitat, que a través de su portavoz, Patrícia Plaja, ha expresado su “empatía” con los manifestantes, informa Quim Bertomeu. “Máxima empatía y comprensión para unas demandas legítimas. El Govern siempre ha defendido que la agricultura de Catalunya tiene que estar en igualdad de condiciones respecto a terceros países”, ha expuesto Plaja en una comparecencia tras la reunión del Consell Executiu. Pese a expresar esta proximidad con la protesta, la Generalitat se escuda en que es algo que tiene que resolverse a nivel estatal o a nivel europeo.
Revisar el plan de sequía
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No lo entienden igual los agricultores catalanes que han visto cómo, con la reciente declaración de la fase de emergencia por sequía en algunas áreas de las cuencas internas catalanas, se han quedado con un suministro de agua de tan solo el 20% para sus regadíos. “Reclamamos una revisión del plan especial de sequía para que el sector agrario no sea siempre el más penalizado”, han reivindicado los payeses en la asamblea de Fondarella.
En el mismo manifiesto, denuncian como “inasumibles” los retrasos que acumula la Generalitat en el pago de las ayudas para los afectados por la sequía de 2023. “Las de los cultivos extensivos, es decir todo el cereal, no se han convocado siquiera y las bases de esa convocatoria se hicieron públicas hace unos días”, denuncia Martí Costal, productor de Jafre (Baix Empordà) y portavoz del sindicato JARC, otro de los que apoya las tractoradas. “No es justo que nosotros, que somos un sector productivo y empresarial como cualquier otro, tengamos una restricción de agua del 80%, cuando la industria la tiene del 25%”, lamenta Costal, que lleva más de un año sufriendo los recortes de suministro.