Criptomonedas a cambio de escanear tus ojos. Este es el controvertido negocio de Worldcoin, una ‘start-up’ fundada en 2019 por Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, la empresa detrás del conocido ChatGPT. En los últimos meses, este proyecto ha desplegado sus máquinas de identificación biométricapor todo el mundo, también en España, con el objetivo de captar a curiosos que quieran ceder sus datos. Sin embargo, las imágenes de cientos de jóvenes haciendo cola para dejarse escanear su iris –a cambio de un monedero virtual con 30 euros en criptomonedas– ha puesto en alerta a las autoridades, que ya investigan su legalidad.
Según ha podido saber EL PERIÓDICO, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha recibido “cuatro denuncias relacionadas con el tratamiento de datos de Worldcoin”, una de ellas procedente de Catalunya. De momento, las reclamaciones se encuentran “en fase de análisis“. Así pues, se espera que el regulador decida en las próximas semanas si la investigación sigue adelante para determinar si se están violando las leyes de privacidad. La Autoritat Catalana de Protecció de Dades (APDCAT) explica a este diario que aún no ha recibido ninguna queja formal, aunque alerta del riesgo de permitir esta práctica.
Worldcoin dice haber escaneado el iris a casi 3,5 millones de personas en todo el mundo; en España, la cifra ronda las 300.000
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Worldcoin asegura haber escaneado el iris a casi 3,5 millones de personas en todo el mundo. En España, la cifra ronda las 300.000, pero podría crecer. Prueba de ello son las colas de jóvenes –y familias– que han prendido en centros comerciales de todo el país, desde Bilbao a Barcelona. Este sábado, la compañía aseguró haber superado el millón de usuarios diarios.
Identidad digital
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La aparente misión de Worldcoin es crear un sistema que permita identificar a los usuarios en internet de forma anónima y verificada, algo así como un DNI digital. El proyecto tiene dos otras patas: una criptomoneda propia y una aplicación que funciona como monedero digital realizar pagos y transferencias con esos activos y otros como Bitcoin o Ethereum.
El aparente objetivo de Worldcoin es crear una especia de DNI digital, aunque también cuenta con una aplicación que funciona como monedero digital
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Como método de identificación, Worldcoin usa una esfera metálica (Orb) para escanear el globo ocular en menos de un minuto. El iris es un dato biométrico que tiene unos patrones únicos en cada persona, lo que lo hacen especialmente fiable para el reconocimiento. Sin embargo, también es un tipo de dato muy sensible que goza de una protección especial por parte de las leyes de privacidad de la UE. Como ha advertido la APDCAT, su tratamiento “comporta un elevado riesgo para los derechos y libertades de las personas”.
La Autoritat Catalana de Protecció de Dades (APDCAT) alerta del riesgo de permitir esta práctica
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Worldcoin asegura que no almacena esos datos biométricos, sino que los usa para crear un código numérico que funciona como un identificador digital único. Después borra los iris escaneados para evitar que se pueda rastrear a esa persona y para cumplir así con las garantías de seguridad y privacidad.
En la web del proyecto se asegura que ese sistema será “una solución confiable para distinguir a los humanos de la inteligencia artificial (IA)”. Plataformas como Minecraft, Reddit, Telegram y Shopify ya han cerrado acuerdos con la empresa para integrar su solución. Irónicamente, su impulsor también está detrás de aplicaciones generativas de IA como ChatGPT, DALL-E o Sora que, según han denunciado múltiples expertos, podrían usarse para la suplantación de identidad.
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Incentivo económico
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Para incentivar la exposición del iris, Worldcoin ofrece 25 unidades de WLD, una criptomoneda desarrollada por la propia empresa. Ese token había mantenido un valor histórico cercano a los dos euros, pero desde el 13 de febrero se ha disparado hasta acercarse a los siete. El lunes alcanzó su máximo, equivalente a unos 7,3 euros. En total, la empresa ha puesto 10.000 millones de activos digitales en circulación.
El proyecto se ha retirado de mercados como Francia, Brasil e India. Baviera, donde opera la entidad que gestiona los datos, también investiga la iniciativa
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Ese incentivo económico despierta recelos, pues es lo que lleva a muchos a escanear su iris. Gran parte de quienes este martes hacían cola en el centro comercial La Farga, en L’Hospitalet de Llobregat, eran jóvenes migrantes originarios de Latinoamérica. “Todos los sistemas abusivos se prueban y se despliegan” en grupos vulnerables con poca capacidad de reacción, ha señalado Javier Sánchez Monedero, investigador en el departamento de Ciencias de Computación de la Universidad de Córdoba, en un mensaje en la red social X.
“Todos los sistemas abusivos se prueban en grupos vulnerables”, señala Javier Sánchez Monedero, investigador de la Universidad de Córdoba
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Worldcoin ha sido acusada de no obtener un consentimiento válido para registrar el iris de los usuarios y de no informarles adecuadamente de las implicaciones que eso puede tener para su privacidad. A los reguladores también les inquieta que una sola empresa maneje los datos sensibles de cada vez más ciudadanos.
Bloqueo en varios países
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Los servicios de Worldcoin están siendo bloqueados en cada vez más países. A finales de diciembre se supo que Tools for Humanity, la fundación que supervisa el despliegue de este polémico proyecto, se había retirado de grandes mercados como Francia, Brasil e India. Unos meses antes, el regulador francés había abierto una investigación en la que cuestionaba la legalidad de este negocio de recopilación de datos biométricos. Los datos de los ciudadanos europeos están gestionados desde una entidad que Worldcoin opera en el estado alemán de Baviera, que también lo investiga.
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Otro caso a tener en cuenta es el de Kenia. En mayo de 2023, el regulador del país africano ordenó a Worldcoin dejar de recopilar datos personales sin una justificación convincente. La compañía ignoró la prohibición hasta que en agosto el Gobierno forzó la suspensión de sus actividades. Ambas habrían llegado a un acuerdo sobre protección de datos que abriría la puerta a reanudarlas.