Los Angeles Lakers se llevaron un partido con final de infarto este viernes ante los Milwaukee Bucks (123-122), en el que D’Angelo Russell dominó de principio a fin, firmando 44 puntos y anotando la última canasta de los angelinos, huérfanos de un LeBron James lesionado.
Russell iguala la segunda mejor marca anotadora de su carrera y firma su mejor noche como jugador de los Lakers, completando su hoja de servicios con 9 asistencias y 6 rebotes. De sus 44 puntos, 21 los hizo en el último cuarto y en la estadística global anotó 9 triples de 12 intentos.
La victoria la selló Spencer Dinwiddie en una brillante defensa a Damian Lillard que tuvo en sus manos el tiro del triunfo en los últimos segundos pero que se encontró con un tapón incontestable.
Los 22 puntos y 13 rebotes de Anthony Davis fueron muy meritorios ya que el pívot se encontró con problemas en su hombro al cierre del tercer cuarto, pero volvió a pista para ayudar al equipo.
Giannis Antetokounmpo selló su octavo triple-doble del curso con 34 puntos, 14 rebotes y 12 asistencias. Damian Lillard tardó en activarse pero terminó por ser fundamental en las opciones de triunfo de los Bucks, contribuyendo con 28 tantos y 12 asistencias.
Los secundarios lideran a Milwaukee
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Los triples marcaron el ritmo del partido en las manos de Brook López y Malik Beasley. Ambos firmaron 8 puntos cada uno en el primer periodo y tan solo fallaron dos lanzamientos.
Compensaban los errores de un Lillard negado de inicio, que no encontró aro de lejos pese a intentarlo hasta en cuatro ocasiones.
Ante la ausencia de LeBron, fue el turno de Davis para liderar haciéndose dueño y señor de la pintura, ganándole la batalla inicial a Antetokounmpo y a todo aquel que osara sacar ventajas en su territorio.
Así, con los de Doc Rivers mandando pero incapaces de sacar más jugo que seis tantos de distancia, se cerró un primer cuarto con triple de Russell, anunciando lo que estaba por venir tras el bocinazo, al que se llegó con un apretado 27-30.
En apenas cuatro minutos, Russell puso en órbita a los Lakers con tres triples sin fallo, que unidos al anterior eran ya cuatro seguidos. La defensa del perímetro flojeaba en los Bucks y los locales le sacaron provecho.
Darvin Ham seguía apostando en los locales por la larga distancia, y funcionó. Los Lakers cerraron el segundo cuarto con seis anotados de siete intentos, una efectividad muy inusual que les permitió recuperar el mando del luminoso y marcar una máxima de 8 tantos con el 51-43.
Giannis y Lillard se responsabilizaron antes del descanso, cada uno sacando ventajas a su lado del perímetro. El base anotó finalmente y entre ambos aportaron en ataque 21 de los 33 tantos de los Bucks, sin complementarlo en defensa. Se marcharon al descanso cuatro abajo: 67-63.
La lucha para los Bucks y la gloria para Russell
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El primero de los dos triples de Lillard en el segundo periodo le catapultó hasta la cuarta plaza de triplistas históricos, superando a Reggie Miller con 2.561 aciertos en su carrera.
El partido lo tenían en sus manos y en su cabeza los Lakers, intimidando con Davis poniendo un tapón de póster a Giannis cuando intentaba anotar desde la pintura.
El parcial de 8-0 para marcharse nueve arriba (81-72) a mitad de cuarto parecía definitivo. La tímida reacción visitante la canceló psicológicamente un Austin Reaves que cerró el tercer cuarto por todo lo alto, robándole la cartera a Antetokounmpo y plantándose solo en el aro para poner el 96-90 a falta del último capítulo.
La confianza con la que jugó Russell fue máxima: siguió lanzando desde el triple y nunca se equivocaba. El perímetro era su hábitat natural, pero se comenzaba a rebelar Milwaukee, tirando de galones con sus dos estrellas y un Pat Connaughton perfecto en el tiro exterior.
El 100-99 a ocho minutos para la conclusión indicaba que había partido. Incluso sin Giannis en la pista, los Bucks fueron capaces de recuperarse y marcharse seis arriba.
Con la adrenalina por las nubes, el puñetazo sobre la mesa que parecía definitivo lo dio Lillard desde el perímetro para hacer un tres más uno aprovechando una falta en su tiro de Russell. El parcial fue de 13-2 para los visitantes.
Contestaron Rui Hachimura y Russell también desde el arco. El base quiso rematar la faena y con toda la posesión para ellos no decepcionó: anotó una flotadora de dos puntos para situarse 123-122 y permitirle un último intento de 5.9 segundos a los Bucks.
Se la jugó Lillard ante una defensa impresionante de Dinwiddie, obligándole a buscar un tiro forzado de media distancia y poniéndole un tapón incontestable que no permitió más puntos.