El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este martes una propuesta de ERC que insta a conceder subvenciones para ampliar la reutilización de aguas regeneradas del baño -las llamadas “aguas grises”– y no limitarlo solo a las nuevas construcciones, como el gobierno del PSC prevé plasmar en una ordenanza que ultima con motivo de la emergencia declarada en la capital y parte de Catalunya por la sequía.
El texto de los republicano -apoyado por los socialistas, Junts y BComú – señala que el plan de ayudas “priorizará los alojamientos turísticos y las instalaciones de elevado consumo de agua, com los centros deportivos municipales”. No obstante, el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, ha descartado aportar por ahora a los establecimientos hoteleros para que instalen sistemas para reciclar aguas del baño y del váter y reducir así el consumo.
“Este gobierno no está en condiciones de hacer una línea de ayudas a los hoteles ni al sector turístico”, ha expresado Valls. El concejal ha reconocido no tener claras las respuestas a las dudas que el concejal Guille López (Bcomú) también ha manifestado. “El plan de ayudas lo tenemos qu diseñar bien, pero nos hace cuestionar qué establecimientos debemos priorizar -ha planteado López-. ¿Son los pisos turísticos y los hoteles de cuatro o cinco estrellas? ¿Es la administración pública la que debe hacerse cargo de las inversiones para compensar el malgasto de los hoteles cuando sus clientes hacen un consumo muy superior a un barcelonés?”.
La republicana Eva Baró ha indicado que los turistas alojados en hoteles de Barcelona gastan “cerca de un 50% más de agua que los residentes”. Además, ha defendido que, reaprovechando aguas grises en plazas hoteleras y equipamientos deportivos, se podrían “ahorrar 1.000 millones de litros de agua al año”. Valls ha señalado que, además de clarificar qué locales turísticos merecen auxilio municipal, el Ayuntamiento preferiría que la Generalitat también sufragara parte de las ayudas.
En contra de la conexión del Ebro
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Por su parte, PP y Vox han enarbolado el minitrasvase del río Ebro para saciar las necesidades de Barcelona. Los populares han juzgado que es una opción “más barata” que traer barcos cuba desde Valencia y han subrayado que se captaría agua “solo en casos de emergencia”. La ultraderecha ha considerado que es la fórmula “eficaz” para la capital frente a la sequía.
Las demás fuerzas han desechado la proposición, incluido el gobierno del PSC. La concejal socialista Raquel Gil ha afeado que la conexión con el Ebro sería un remedio “sin equilibrio territorial” y que “enfrenta territorios”.
Consulta por la ordenanza
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Por otro lado, Valls ha confiado que se organice la consulta pública previa y el proceso participativo preceptivos a finales de febrero para pulir la ordenanza de aguas grises. El teniente de alcalde ha remarcado que los efectos de la sequía son “el principal reto” de la ciudad para este año. “Esperemos que solo sea en 2024”, ha deseado. Ha subrayado que, pese a que los barceloneses acreditan “uno de los consumos más bajos del mundo” con 109 litros diarios por personas, es necesario que tanto los vecinos como los visitantes lo reduzcan aún más.
“Será necesarias nuevas vías de producción de agua”, ha añadido Valls. Ha recalcado que se intentará captar “un 10% o un 12%” del consumo de la ciudad con la potabilización de aguas del río Besòs. Aun así, ha avisado que “no será suficiente”. “El debate y las medias que tendremos que tomar con la sequía durarán todo el año. Desgraciadamente, esto solo acaba de empezar”, ha advertido Valls.