Uno de los aspectos que ha caracterizado a Citroën durante toda su historia ha sido la voluntad de destacar, de ser disruptivos, de presentar modelos que se han adelantado a sus tiempos para establecer nuevas tendencias en la historia. Solo hay que recordar sus travesías por el desierto en los años 20 del siglo pasado, creaciones como el Mehari o el más moderno Ami o su apuesta por un diseño siempre llamativo. Citroën siempre se sale del molde y con la electrificación no iba a ser menos. Prueba de ello es la nueva generación del C3, o ë-C3, porque ahora solo es eléctrico.
El renovado ë-C3 es solo un ejemplo más de que la firma francesa sale de lo convencional. Hasta ahora, el popular compacto era su modelo más vendido en Europa, con más de 5,6 millones de unidades en total y con un 29% del volumen de ventas de la compañía. ¿Es una maniobra arriesgada convertirlo en un coche únicamente eléctrico en un mercado que todavía tiene que despegar para alcanzar un gran volumen? Puede que sí, pero Citroën ha creado el eléctrico más asequible de Europa y eso es una mano ganadora.
Un precio contenido
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Precisamente, el precio es lo más llamativo en este coche, así que, en vez de ponerlo al final del artículo, lo destacaremos ya. Desde 23.800 euros ofrece la firma del doble chevrón un coche eléctrico, una cifra significativamente inferior a la de sus rivales continentales y muy competitiva contra sus rivales asiáticos. Lo siguiente a destacar es su autonomía. Con 320 kilómetros, el rango de este vehículo es muy superior a otros coches eléctricos de precio similar, que sacrificaban kilómetros para reducir su precio. Por último, hay que destacar que Citroën no ha omitido confort ni equipamiento en aras de reducir su precio. El ë-C3 compite en un segmento complicado lleno de opciones y llega a su cuarta generación cargado de argumentos para ser una de las más interesantes.
Siguiendo con su tren motriz, su batería, de 44 kWh alimenta un motor de 113 CV (83 kW) de potencia capaz de propulsarlo hasta los 100 km/h en 11 segundos y de alcanzar los 135 km/h de velocidad máxima. Prestaciones para ir sobrado en la ciudad, más aún sumando el par instantáneo de los eléctricos, y fuera de la misma, recordemos que en las carreteras la velocidad máxima es de 120 km/h.
Su batería, más allá de su destacable autonomía, es capaz de recuperar el 80% de su capacidad en apenas 26 minutos gracias a que admite cargas de hasta 100 kW de potencia en cargadores rápidos. En corriente alterna con un cargador de 7 kW, el tiempo hasta el 80% se incrementa hasta las cuatro horas, dos y media si se dispone de una toma de 11 kW. En ese sentido, el ë-C3 es compatible con los servicios opcionales Connect Plus de la marca a través de la aplicación MyCitroën, que ofrece del servicio e-Routes, para planificar las rutas más eficientes y la búsqueda de puntos de carga, o del e-Remote, que permite gestionar la carga o preparar al vehículo para arrancar o para cargarse enfriando y calentando la batería a distancia.
Llamativo, cómodo y muy avanzado
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El nuevo ë-C3 se adapta al lenguaje estético que hemos visto con otros vehículos de la marca, como el Berlingo o el C5 Aircross. Para ello adopta un estilo más crossover, hecho que maximiza sus dimensiones (4,01 m de largo por 1,76 de ancho y 1,57 de alto) haciéndolo parecer más grande. Esto se consigue con unas formas más cuadradas y apenas voladizos y con paragolpes, delante y detrás, bastante voluminosos. Los grupos ópticos presentan una nueva firma lumínica de tres haces de luz LED, mientras sus llantas de hasta 17 pulgadas, el alerón trasero y los protectores le aportan un toque más atractivo. Está disponible en cinco colores, Blanco polar, Azul Montecarlo, Rojo elixir, Gris mercurio y Negro perla nera y se ofrece en el mercado en el acabado You, con un alto nivel de equipamiento base, y Max con añadidos interesantes como los asientos Citroën Advanced Comfort.
Porque ese es otro de los argumentos positivos de este ë-C3. Pese a buscar un precio contenido, de serie se ofrece con los amortiguadores Advanced Comfort para un confort de rodadura superior que, combinados con los asientos en el acabado Max, alcanza cotas de comodidad típicas de modelos como el C5 Aircross o el C5 X, los más altos de la gama de la firma francesa.
En el interior, sus 2,54 metros de batalla garantizan una buena habitabilidad para los ocupantes tanto delante como detrás. En términos de diseño, se basa en las líneas rectas para ganar sensación de amplitud y lo primero que destaca es la ausencia de un cuadro de instrumentos como tal, apostando por un tipo de Head-Up Display frente al volante, y por la enorme pantalla de hasta 10,25 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento, compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Llamativo también es el soporte para el smartphone disponible desde el acabado You y que permite, mediante conexión inalámbrica, conectarlo directamente al vehículo. El maletero ofrece 310 litros de capacidad ampliables hasta los 1.630 litros si se abaten los asientos traseros.
Por último, Citroën tampoco ha desatendido la seguridad y por eso ha equipado a este ë-C3 de lo último en cuanto a tecnología de asistencia, destacando sistemas como el freno de seguridad activo, el aviso de cambio involuntario de carril, la alerta de atención del conductor, el reconocimiento de los límites de velocidad, el control de crucero o las luces de cruce inteligentes, entre otros como los sensores de aparcamiento o la cámara trasera.
Ya disponible desde los citados 23.800 euros en el acabado You, Citroën ha confirmado para 2025 una versión con menos autonomía, 200 kilómetros, que reducirá el precio de acceso al modelo hasta los 20.490 euros. Cabe recordar que estos precios son todos sin contar las posibles ayudas como el plan Moves III, que podría reducir el total hasta en 7.000 euros en caso de entrega de vehículo viejo para su achatarramiento.