The emergency phase It has already been activated by the Government. The Ter and Llobregat reservoirs are already at 16% of its capacity and the scarcity of water forces some major restrictions which will have an impact on a population of six million people, as well as on industry and the tourism sector, in addition to agriculture. This is one of the main crises that the executive of Pere Aragones He has to manage in the final stretch of his mandate and, therefore, one of the flanks through which the opposition seeks to wear him down. The measures that, for weeks, have been designed in Palau to address the situation They do not convince nor are they considered sufficient by none of ERC’s rivals.
Para el PSC, el Govern tiene que poner el foco en “paliar las duras consecuencias” que tendrá la fase de emergencia sobre el tejido económico y el territorio. El partido de Salvador Illa sostiene que el sector industrial no sufra un recorte lineal de reducción del 25% y se tenga en cuenta si son empresas esenciales o si llevan años de ahorro de agua. También que el sector agrícola pueda utilizar aguas regeneradas cuando sea posible y facilitar ayudas directas a las empresas, así como “inversiones paliativas”en las zonas que sufran una reducción del caudal de agua por debajo del mínimo ecológico. Los socialistas reprochan al Govern que no esté haciendo todo lo que está en sus manos para acelerar las inversiones en infraestructuras de regeneración y desalinización, así como para dotar de recursos a los municipios para reducir las fugas de agua en la red en baja, mientras pone demasiado el foco en las restricciones de consumo. Citan como prioritario el proyecto de agua regenerada del Besòs y la ampliación de la desalinizadora de Tordera y la nueva de Cunit y Foix, que recuerdan que estaban previstas desde la sequía de 2008.
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Junts acusa al Govern de haberse “focalizado mucho en pedir a la ciudadanía que reduzca el consumo de agua” o en “multar” a los ayuntamientos, y muy poco en ampliar la “oferta” que se puede poner a disposición. Con ello, le reprochan que no haya “avanzado” en algunas de las infraestructuras que apoyó la mayoría del Parlament el pasado mes de mayo, como la potabilizadora del Besòs o la desalinizadora de la Tordera. “Hemos perdido un año que podría haber evitado la entrada del área de Barcelona en emergencia”, lamentan fuentes de los posconvergentes, que aseguran que si el Govern se hubiera puesto entonces manos a la obra, la potabilizadora del Besòs ya estaría terminada a día de hoy. En el caso de la Tordera, acusan tanto a ERC como al PSC de “marear la perdiz” discutiendo quién ejecuta la obra. Con todo, el grupo parlamentario dirigido por Albert Batet volvió a pedir la semana pasada una nueva cumbre del agua, aunque, al menos de momento, el president Aragonès no ha recogido el guante.
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“Una moratoria del turismo de masas”. Esta es una de las propuestas de la CUP si la sequía sigue avanzando y se perpetúa. Los anticapitalistas consideran que la actual situación se debe a que se ha apostado por “un modelo de crecimiento sin tener en cuenta las necesidades hídricas” y a sabiendas de que el cambio climático provocaría “una pérdida importante de lluvias” y un “aumento de la temperatura”. En este sentido, reprochan que el verano pasado, con los embalses catalanes rozando el 30%, se decidiera “dar barra libre al turismo de masas”, llegando al “récord de 3,5 millones de cruceristas en Barcelona” y a la cifra de “17,5 millones de turistas en toda Catalunya”. Además, reprochan al Govern que, con la situación actual, sigan apostando por proyectos como el Hard Rock o las ampliaciones del aeropuerto o del puerto.
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Los Comuns señalan que hay “falta de equidad” en las restricciones previstas porque no afectan por igual a todos los sectores. “La agricultura y la industria están haciendo un gran esfuerzo mientras el turismo no tiene ninguna obligación específica”, sostiene el diputado Enric Bárcena, que pone como ejemplo que se prohíban las duchas en los gimnasios mientras un turista puede llenar el jacuzzi en un hotel. Añade que, en el caso de las actividades deportivas, habría que procurar reducir el consumo, pero “en ningún caso” prohibir la ducha. Además, los Comuns abogan por parar la planificación de proyectos para estudiar cuáles son viables en el contexto de sequía, así como buscar fórmulas para proteger los espacios públicos verdes. “Por fin se ha permitido el riego de árboles con agua freática o regenerada”, afirma Bárcena, que también subraya que hay que monitorizar que el daño en el caudal de los ríos no sea “irreparable” para su biodiversidad.
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En Ciutadans reparten culpas y no solo apuntan contra ERC, sino también contra el PSC y Junts por sus responsabilidades en etapas anteriores en la Generalitat. La diputada Marina Bravo tacha a los tres partidos de “cortoplacistas” y les acusa de ser “incapaces de planificar y ejecutar” las infraestructuras necesarias, ni durante la sequía de 2008 -cuando gobernaba el tripartito de José Montilla-, ni tampoco los años siguientes con los lideratos posconvegentes. Además, también culpan de ello al ‘procés’, asegurando que los últimos efectivos han estado más “preocupados en impulsar embajadas ficticias”, que en impulsar políticas útiles. Los naranjas consideran que la solución pasa por más infraestructuras, aunque no detallan cuáles.
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Una diagnosis parecida a la que hace el PP, que acusa a los últimos gobiernos de no invertir “ni un euro” para prevenir futuras situaciones de sequía. Por ello, el diputado Daniel Serrano pide al Govern “ponerse las pilas” para “incrementar la oferta de agua”, con nuevas infraestructuras -sin profundizar-, y “no apostarlo todo en aprobar restricciones hasta que llueva”. Además, Serrano añade que las limitaciones de agua no pueden afectar la economía, por lo que piden “ayudas económicas” para compensar a los sectores que se vean agraviados por la situación. Entre estas actividades, sitúan la agricultura, la industria y también el turismo o el ocio.