El Barcelona ha intensificado su observación en el mercado brasileño, el más exportador del mundo y, sin duda, uno de los más prolíficos por la cantidad de jugadores interesantes que forma.
Estas últimas semanas, un integrante del departamento de scouting del club ha estado presente en la Copa Sao Paulo de Juniores, la tradicional Copinha, mapeando la realidad de las nuevas generaciones en el torneo de base más tradicional del gigante sudamericano.
Fue, precisamente en este escenario, en su edición de 2022, cuando la secretaría técnica blaugrana se fijó en Vitor Roque, entonces, con 16 años, que actuaba en el Cruzeiro. Dos años después de un análisis consistente, el ‘9’, con tan solo 18 años, se ha convertido en el único refuerzo del Barça de Xavi en el presente mercado invernal.
En una etapa sin casi músculo financiero para contrataciones, la máxima que aplica el Barça ahora en Brasil, y en otros mercados prioritarios como son todos los sudamericanos, es intentar avanzarse a los competidores europeos. El objetivo, que revierte una mayor complicación, es detectar futbolistas con potencial, que muchas veces todavía no han debutado con la Serie A del Brasileirao.