Barça does not go beyond a shameful draw with Granada (3-3)

El hechizo de la supuesta reacción que había experimentado la plantilla, la que había detectado Xavi, ha desaparecido. Vigente tan solo porque el equipo había encadenado dos triunfos (sobre Osasuna y Alavés, nada del otro mundo, ninguna heroicidad), el empate con el Granada la desmonta del todo. El problema no era la tensión que podía generar el entrenador, como creía Xavi, sino que es más profundo y va más allá de las personas. Atañe al fútbol. 

ttn-24