Barça does not finish anything in Naples

Sin aliento y tiritando. Así cerró la noche el Barcelona en el Stadio Diego Armando Maradona, donde se vistió de gala para acabar en cueros, y a expensas de la vuelta en Montjuïc, para saber si merece una plaza en los cuartos de final de la Champions. El Nápoles, que bastante tiene con soportar su propio manicomio, le arrancó un empate en su único disparo entre palos. No encuentra terapia efectiva alguna Xavi Hernández, que ahora debe entender mejor que nunca a la napolitana Elena Ferrante cuando decía que escribir no cura: «Si acaso, todo lo contrario. Es hurgar con el cuchillo en la llaga». 

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