El Barça de Roger Grimau cierra el 2023 de la peor manera posible. La bochornosa derrota azulgrana ante el AS Mónaco (91-71) y que ha llevado a los blaugrana a perder siete de los últimos 10 encuentros, ha levantado la alarma entre el aficionado culé que no esperaba una racha tan negativa cuando se habían depositado tantas esperanzas en este nuevo proyecto.
Y es que el gran inicio de temporada se ha ido diluyendo paulatinamente para acabar el 2023 en una autentica crisis de resultados y juego que ha levantado las dudas de la afición. ¿Lo habrá hecho también dentro del club blaugrana?
No es una situación fácil, aunque lo más lógico es que la directiva y los responsables de la sección cierren filas a favor de Grimau, teniendo en cuenta que fue una apuesta suya y con el ex capitán dispuesto a correr el riesgo que ahora se avecina.
Mantenerlo, lo más lógico
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Una decisión de mantenerlo será seguramente la apuesta de Navarro y la directiva, quizá con la esperanza de que los próximos cinco encuentros en el Palau puedan servir para transformar al equipo, y darle una confianza de la que ahora mismo carece.
El gran problema que se presenta es que el primer rival del nuevo año será el Madrid, el mejor equipo de Europa con diferencia y que llegará al Palau con ganas de reventar el proyecto de Grimau y quizá sacarse de encima un rival de la Euroliga y Liga Endesa.
Una derrota humillante ante los blancos ante la afición blaugrana debería significar el adiós definitivo de Grimau, pero si por el contrario logra el triunfo, podría significar una nueva ‘vida’ para el de Sants.
Días de calma tensa
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De momento, y por suerte, vienen tres días de calma con el cambio de año, aunque con la preocupación que el equipo ha caído en picado. Ni jugadores como Laprovittola o Vesely parecen capaces de aguantar la dinámica negativa y nadie parece añadirse al carro.
Lo peor para Grimau es que el equipo le deje definitivamente, después de recibir su apoyo en un momento de transición tan importante en la sección.
Si la directiva decide mirar en el mercado, hay entrenadores disponibles como Trinchieri, Joan Peñarroya, o incluso Svetislav Pesic. ¿Es la solución a los males de este Barça poner un nuevo técnico al mando?.
Una pregunta que deben resolver los mismos que creyeron en Grimau. Seguramente no lo dejarán caer pero si el Madrid vapulea al equipo el día 3 en el Palau todo ya será posible en Can Barça.