The chaos caused by the PP leadership, by admitting without cameras before 16 journalists that it sees it necessary to advance in the “real reconciliation” with Catalonia and that Alberto Núñez Feijóo would open himself to giving a pardon “with conditions” Carles Puigdemont, has put on guard a party that is playing a lot this Sunday in the Galicia elections. Alfonso plays it Wheel, president of the Xunta and candidate of the PP, and Feijóo, who left Galicia to conquer the Moncloa and did not succeed, plays it. Both the barons, with the powerful Isabel Díaz Ayuso and Juanma Moreno at the head, and the usual critics of any flirtation with Junts (Cayetana Álvarez de Toledo and Alejandro Fernández, mainly) They have decided to look the other way and tighten the ranks. At least until Sunday. Now we just have to row through Rueda, they insist. “Ask me what to do when all the votes are counted and let’s know what happened”, is roughly the most repeated comment.
The consolation, both sources from the national leadership and the baronies agree, is that they believe that this controversy will not have a fatal impactl in the “more rural” electorate of the PP in Galicia and the Xunta will continue with a president of the PP. The problem, these same sources immediately add, is that elections that seemed easy are now complicated and Vox will benefit. “And on top of it all because of poor management in Genoa,” complains an autonomous president. If the far-right rises a couple of points in votes, it will make it difficult for the PP to gain a deputy in some provinces and those seats can end up on the left. The fear of losing that fiefdom, non-existent until now, has been awakened.
Declaraciones ante 16 periodistas
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Después de un fin de semana de reacciones de sorpresa e incredulidad entre los dirigentes conservadores, este lunes el PP se ha despertado sin emitir ni una crítica a esa “reconciliación real” con Catalunya que la cúpula conservadora defiende en privado, contradiciendo totalmente su posición pública estos últimos meses. Lo reconocido por la dirección del partido en una conversación sin cámaras y ante 16 periodistas (de televisión, radio, periódicos, webs y una agencia) responde a una posición política moderada y de concordia que el máximo líder no ha defendido estos meses: hay que recordar que el PP ha llegado a pedir una reforma del Código Penal para que los partidos independentistas puedan ser ilegalizados si declaran la separación del territorio, como hizo Carles Pugidemont en 2017.
La información publicada el sábado por los medios es trascendente, porque hasta ahora no se sabía que, en las reuniones “informales” que dirigentes conservadores mantuvieron con representantes de Junts en otoño para saber si Puigdemont apoyaría la investidura de Feijóo, el político gallego había solicitado un informe a los suyos para ver si podía conceder la amnistía. Su equipo lo llegó a analizar “de manera sólida en términos jurídicos” durante 24 horas y, tras ese tiempo, lo descartó por considerarla “manifiestamente inconstitucional”.
¿Por qué ahora?
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El momento elegido por la cúpula del PP para revelar estos datos y también el detalle de que Feijóo no cree que se pueda demostrar que Puigdemont cometió un delito de terrorismo es muy inoportuno: en el ecuador de una campaña electoral que los populares han planteado como un plebiscito sobre Pedro Sánchez y su defensa de la ley de amnistía.
A qué se debe el error de cálculo de la cúpula del PP por admitir todo esto ante la prensa no está claro todavía. En el PSOE y el entorno de la Moncloa se barrunta que es una voladura controlada: esto es, dar algunas pinceladas sobre lo que Feijóo accedió a negociar con Junts por si Puigdemont muestra pruebas del contenido de esas conversaciones en otoño. El ‘expresident’ dijo en una carta pública la semana pasada, en la que se revolvía contra las acusaciones de terrorismo por los jueces, que “todo se sabrá” y los populares se pueden haber puesto nerviosos. “A ver cómo se desarrollan los acontecimientos y a ver lo que van soltando los de Junts”, desliza un diputado crítico con cualquier tipo de comunicación con Junts.
En el partido, algunos dirigentes han decidido utilizar la fácil y peligrosa estrategia (en términos democráticos) de acusar a la prensa de manipulación. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha preferido agarrarse a lo dicho por Feijóo ante los micrófonos siempre, para no comentar las informaciones periodísticas y no llevar la contraria a su jefe de filas. “Ha dicho lo mismo, ‘no’ a amnistía, ‘no’ a indultos y ‘sí’ a seguir investigando”, ha asegurado en una entrevista en ‘La mirada crítica’, de Telecinco antes de acusar a los socialistas de ser unos “trileros“. Misma estrategia ha aplicado Moreno. “Feijóo se ha negado rotundamente siempre [a la amnistía y al indulto”, ha lanzado. Fuentes de la Junta de Andalucía no han querido abundar en el cambio de guion del PP y han pedido centrarse “en la campaña” de Galicia. Hay que esperar al domingo.