Los goles de Gabriel Jesús al inicio de la segunda parte y del alemán Kai Havertz, en el tramo final, plasmaron la incuestionable superioridad impuesta a lo largo del partido por el Arsenal en el duelo contra el Brighton que alargan las aspiraciones del cuadro de Mikel Arteta en busca de la Premier League.
[–>Aprovecharon también los ‘gunners’ el nuevo tropiezo del Manchester City de Pep Guardiola. Cinco de ventaja tiene sobre el City el Arsenal que recondujo en el Emirates su situación después del revés encajado en Birmingham contra el Aston Villa en la fecha pasada.
Retomó la normalidad el Arsenal en un duelo entre dos equipos con los deberes hechos en Europa -ambos sellaron el jueves su primer puesto en sus respectivos grupos de la Europa League- y recuperó el nivel de juego el cuadro de Londres.
Disfrutó de un dominio casi absoluto el combinado de Arteta ante el Brighton que aún no está al nivel del pasado año, cuando se asentó en la Premier como una revelación.
Esta vez no hubo lugar al debate. El Arsenal acechó y rondó desde el principio el área de Bart Verbrugen, que evitó que su equipo sufriera un daño mayor. Salió al paso el meta visitante de un cabezazo de Gabriel Jesús a los veinte minutos y miró como se iba alto un tiro de Bukayo Saka a la media hora. Desbarató el portero neerlandés después una oportunidad, la primera, de Havertz y otra continuada de Gabriel Martinelli.
El Arsenal apretó el acelerador en el tramo final poco antes del descanso. Apareció entonces Martin Odegaard que asistió a Bukayo Saka y también intentó el tiro lejano, su especialidad, pero sin acierto.
Por fin encontró el gol el Arsenal. Fue al inicio de la segunda parte, en el minuto 53 en un córner botado por Odegaard que despejó mal, hacia atrás, el zaguero Jan Paul Van Hecke. Llegó la pelota al segundo palo. Apareció Gabriel Jesus y, de cabeza, a puerta vacía, llevó el balón a la red.
No aflojó el Arsenal ni reaccionó el Brighton. Ben White pudo hacer el segundo en el 69 y cinco más tarde, lo volvió a intentar Odegaard. El Arsenal arrinconó al Brighton. Antes del cuarto de hora final los locales habían botado diez saques de esquina. Los visitantes, ninguno.
Aún así tuvo la suya el equipo de De Zerbi. No había aprovechado su dominio el Arsenal y pudo empatar su rival en un disparo de Pascal Gross que rozó el poste.
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Y a continuación llegó la sentencia. En una rápida transición. Un buen pase de Eddie Nketiah hacia Havertz que emprendió en solitario su cara a cara con el meta. Esperó a la salida de Verbruggen y, con suavidad, le batió. Sentenció el partido.