Un arquitecto realizará una evaluación de las condiciones de dos bloques de pisos ubicados en el barrio de Les Corts en Barcelona, los cuales presentan similitudes con los edificios que ardieron la semana pasada en Valencia. Mientras que la Generalitat tiene previsto reunirse el próximo viernes, 1 de marzo, para formar un grupo de trabajo que determinará si existen construcciones parecidas en Catalunya, la propiedad de estos edificios barceloneses ya ha tomado medidas desde este mismo lunes; al detectar algunos aspectos compartidos con las edificaciones de Nou Campanar.
Estos bloques, que forman parte de la misma finca y están adyacentes entre sí, se encuentran en la esquina de las calles Marquès de Sentmenat y Guitard. Al igual que el edificio de Valencia, fueron construidos por FBEX y comercializados por Aliseda, la inmobiliaria vinculada al Banco Popular tras la quiebra de la constructora. Además, la construcción tuvo lugar en la misma época, siendo anunciada en el 2006 y, según han confirmado fuentes conocedoras a EL PERIÓDICO, cuenta con fachadas ventiladas.
Ante este conjunto de coincidencias, la propiedad de la finca ha contactado por su cuenta con un arquitecto este lunes para llevar a cabo una evaluación, han informado las mismas fuentes a este diario, insistiendo en que se trata más de una medida de precaución que de una señal de alarma. De la misma manera, la propiedad ha solicitado revisiones en otros edificios que posee con fachadas ventiladas, de los que no se han aportado más datos.
Tranquilidad entre los vecinos
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Por ahora, reina la tranquilidad en esta finca de Les Corts, donde parece que la mayoría de los vecinos desconocen que fue FBEX quien llevó a cabo la construcción de sus hogares. Tanto los residentes entrevistados por este diario como el conserje han asegurado no tener conocimiento al respecto. La finca consta de un total de 104 viviendas -algunas de uso turístico- distribuidas entre los dos edificios, los cuales comparten una zona comunitaria central de uso público, a través de la cual se accede también a una ludoteca municipal del Ayuntamiento de Barcelona.
Uno de los vecinos preguntados, quien lleva 11 años viviendo en uno de los pisos, no contempla la posibilidad de que estos edificios tengan alguna deficiencia: “Aquí vive gente de dinero. Estos edificios son de calidad“, asegura, remarcando también los altos precios que se continúan pagando a día de hoy por vivir en estas residencias.
Por otro lado, otra vecina, quien reside en la finca desde hace ocho años, no encuentra tan descabellada la posibilidad de que existan deficiencias. Recuerda que, hace unos años estuvieron en juicio por ciertas patologías del edificio, por las cuales tuvieron que enfrentarse a Blackstone, el fondo de inversión que adquirió la inmobiliaria del Banco Popular, y que tuvo que indemnizar a la propiedad para solventar algunos problemas en las instalaciones, “mal acabadas”. Fuentes cercanas al caso han confirmado esta información a EL PERIÓDICO, aunque no han especificado la naturaleza exacta de dichos problemas.
Los anuncios
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En los últimos días, se ha popularizado el vídeo en el que la promotora anunciaba los dos edificios incendiados en Valencia. Con un tono y una estética que recuerda a la teletienda, destacaba que la finca gozaba de la “máxima calidad” en los materiales de construcción, y “rigurosos controles de calidad durante todo el proceso de edificación”.
De una manera similar publicitaba FBEX los pisos de Marquès de Sentmenat con Guitard. En un vídeo, habla de una “promoción exclusiva, con acabados de primera calidad y un diseño de características excelentes”. Cabe destacar que, en el anuncio de los bloques de Les Corts, se habla de “fachadas ventiladas de piedra natural“, mientras que en el de Nou Campanar describen “fachadas revestidas con un innovador material de aluminio, tipo Alucobond”.
En Barcelona, una normativa municipal pionera trató de blindar la ciudad contra incendios propagados por fachada hace casi tres décadas. Mientras la legislación estatal no abordaba este asunto, la Ordenanza Municipal de Condiciones de Protección contra Incendios en Barcelona de 1997, en su artículo número 22, decía que “los materiales del revestimiento exterior en fachadas y medianeras de edificios serán de clase de reacción al fuego M1 como máximo”. En aquel entonces, en España, los productos se clasificaban según su combustibilidad e inflamabilidad en cinco categorías, de menor a mayor riesgo: M0, M1, M2, M3 y M4.
Según fuentes expertas consultadas por este diario, “si hablamos de fachada ventilada, el aislamiento no sería M1”, ya que puede propiciar un “efecto chimenea”, lo que facilita la propagación de un eventual incendio.