Es muy pronto, parece demasiado fácil, sería, es, añadirse a la idea que más está proliferando en el mundo de las carreras, en el ambiente de MotoGP, fundamentalmente después de comprobar el espectacular (y veloz, muy feloz) debut de Marc Márquez Alentá con la Ducati ‘Desmosedici’ 2023, en el test de Cheste (Valencia), pero Alex, el hermano pequeño del ocho veces campeón del mundo de motociclismo, está absolutamente convencido de que su hermano puede ser campeón del mundo con Ducati el próximo año. “Es muy pronto, sí, hay muchísima competencia, pero conozco a Marc, conozco su tremendo potencial, sé por qué ha dado este paso tan grande y también sé que esta moto la hará suya en poco tiempo. Y, sí, por qué negarlo, yo también creo que Marc puede ser campeón en el 2024, en el año de su debut con Ducati”, señaló Alex en el ‘Tot Costa’ de ayer, de Catalunya Radio, a preguntas de Damià Aguilar.
Alex no desmintió, como es normal, como todo el mundo supone, haber hablado largo y tendido durante todo este 2023 con Marc respecto, no solo a la extraordinaria moto que es la Ducati sino a su situación personal y profesional. “Somos hermanos, estamos todo el día juntos, vivimos juntos, entrenamos juntos, viajamos juntos, competimos juntos, tenemos el mismo grupo de gente que nos ayuda en todo, es evidente que nos pasamos el día hablando de nuestras cosas y, sí, claro, de carreras, de nuestra profesión. Pero Marc es muy, muy, listo, muy inteligente y, en ese sentido, me refiero al sentido de cambiar de Honda a Ducati, de explicarle cómo es mi moto, no le he comido la cabeza en ningún momento. Si me ha preguntado, que ha preguntado poco, le he dicho lo que pensaba, pero todas las charlas que hemos mantenido han sido como hermanos, no como piloto de Ducati Gresini”.
“Yo no le he comido la cabeza a Marc para que venga a Ducati. Marc es muy, muy, inteligente. Cuando yo hablo con Marc, hablo como hermano, no como piloto de Ducati”
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Alex ha explicado, en ese sentido, que él también ha visto lo mucho que ha sufrido Marc, tanto personal como profesionalmente, desde la caida del 2020. “Los dos somos pilotos y, en ese sentido, nos comprendemos mejor que nadie. Yo también hubo un momento que pensé que debía ponerme a prueba porque quería saber, cuando atravesé un duro bache, si servía o no para esto. Ahora Marc, tras superar todas sus lesiones, quiere saber donde está y ha tenido esta oportunidad y tratará de no desaprovecharla”.
El pequeño de los Márquez reconoce que, evidentemente, la moto que se encontrará Marc, con la que hizo unos cronos espectaculares en el test del circuito Ricardo Tormo, de Valencia, “un trazado que conoce como los pasillos de casa y, por tanto, le fue mucho más fácil hacerse con la moto allí”, no será la oficial, no será la del 2024, pero Alex cree que la moto del 2023 tiene suficiente potencial como para que Marc esté delante.
“Supongo que Marc habrá tenido, el día antes de subirse por vez primera a la Ducait, en el test de Cheste, la misma charla que tuve yo, el pasado año, con Gigi Dall’Igna (máximo responsable y creador de la Ducati), que lo primero que me dijo fue ‘aquí lo enseñamos y lo damos todo, pero si nos enteramos que algo ha salido fuera, se ha terminado la confianza’. Eso me gustó mucho y, la verdad, yo estoy en un equipo satélite, Gresini, que es como una familia y no tengo queja alguna del comportamiento de Ducati conmigo” explicó el pequeño de los Márquez Alentá, que reconoce que un piloto se entera de pocas cosas. “Otra cosa es que a Ducati se le escape uno de sus ingenieros y se vaya a otra marca, ellos sí que saben, pero un piloto no conoce los secretos de las motos”.
“La Ducati te permite arriesgar cuando tú quieres, no te obliga a ir por encima de tus posibilidades. Ha ganado con pilotos muy distintos, por eso Marc se adaptará también a ella”
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Alex reconoce no sentirse plenamente satisfecho de su primera temporada con la Ducati. “Hombre, sí, está bien, vale, he terminado noveno del Mundial y me gustaría haber acabado más arriba, sí, aunque para ser mi primer año con esta moto no está mal. Como no lo está haber ganado dos preciosas carreras al ‘sprint’, en dos circuitos tan populares como Silverstone y Sepang, pero he tenido muchos ceros y me he visto perjudicado, a veces, por percances inesperados en carrera. En el 2024, debo ser mas regular, debo aspirar al top-5 al final, pues para acabar en el top-3, ¡uf!, todo te tiene que salir cuadrado, pero sé que con Marc a mi lado voy a experimentar un salto de calidad, de pilotaje, de puesta a punto, estoy convencido de que los dos nos vamos a ayudar mucho”.
Gresini, una familia
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Y respecto a por qué la Ducati es una moto tan dominadora, Alex Márquez lo tiene clarísimo. “Que es una gran moto, sin duda, la mejor de la parrilla de MotoGP, lo demuestra, no solo que ha ganado, en el 2023, la mayoría de carreras, sino que es ganadora y rápida en manos de cuaquiera de sus pilotos, siendo pilotada con multitud de estilos y estando delante en todo tipo de circuito y condiciones”. Alex considera que el gran secreto de esta ‘Desmosedici’ es que es una moto tan buena “que puedes estar delante, guardándote algo, poco, muy poco, pero no te obliga a ir por encima del peligro para estar delante. Solo si tú quieres hacer el más difícil todavía, es decir, ir al 110×100, tienes peligro de caída”.
“La Ducati”, termina diciendo Alex, “te permite arriesgar cuando tú quieres, no te obliga a ir por encima de tus posibilidades. Ha ganado con pilotos muy distintos, por eso Marc se adaptará también a ella”. “Además”, añade el hermanísimo “el equipo de Nadia Padovani es una escuderia familiar, donde hay un trato maravilloso y donde el piloto se siente a las mil maravillas. A Marc le encantará ese ambiente aunque, logicamente, le duela separarse de Santi (Hernández, su ingeniero de toda la vida) y del resto de mecánicos”.