Mucho movimiento político este lunes en el Ayuntamiento de Barcelona, en la víspera de la votación del presupuesto 2024 en una comisión extraordinaria de Economía. De recibir luz verde inicial, podrían prosperar dentro de un mes y así el gobierno socialista esquivaría recursos como ratificar la prórroga o tirar mano de una moción de confianza.
Los Comuns han anunciado por sorpresa una comparecencia este mediodía en su sede, donde se ha reunido el grupo municipal para decidir el sentido de su voto: “Permitir la tramitación”. Se abstendrán o votarán a favor según exija la aritmética, es decir, en función de lo que hagan el resto de grupos.
La concejal Janet Sanz ha explicado que el gesto es en realidad “un ultimátum” a Collboni para que pacte un gobierno de izquierdas antes de la votación definitiva de las cuentas dentro de 30 días. Si no lo hace, entonces los de Colau tienen claro que votarán en contra de las cuentas. “Sin un gobierno estable no puede haber presupuesto”, ha advertido. Ha ido más allá y ha recordado a los socialistas su fragilidad en la política española: “Después de las elecciones gallegas [que han dado mayoría absoluta al PP] “It is more necessary than ever to have stable left-wing governments.”
Sanz se ha prodigado en la reivindicación de un tripartito municipal y ha juzgado “inexplicable” que el alcalde no llegue a un acuerdo con ERC y BComú si ambos partidos se han mostrado receptivos. “Parecería que el PSC prefiere ir a una moción de confianza y aprobar los presupuestos por la puerta de atrás”, ha disparado. Según el partido, el viernes se reunieron representantes de PSC y BComú para hablar de las cuentas, pero no llegaron a ningún avance.
La edil ha considerado que someter ahora a votación unas cuentas que embarrancaron en otoño “parece una tomadura de pelo” y “un ejercicio de desesperación”, pero que por los Comuns “no será”. Ha sostenido que, por su experiencia en los dos últimos mandatos, 30 días son suficientes para firmar un pacto de gobierno. “Barcelona en Comú no esperaremos más”, ha insistido Sanz. A preguntas de la prensa, ha esquivado valorar si la figura de Ada Colau podría ser un obstáculo y ha respondido que “el propio PSC ya ha manifestado que no hay vetos” personales.
Sin contraprestación inmediata
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Aún así, el gesto del partido de la exalcaldesa da aire al alcalde y le permite proseguir las conversaciones con la oposición a su ritmo. Este martes los Comuns no obtienen nada tangible y concreto, como introducir cambios en la propuesta de cuentas socialista, pero al menos evitan quedarse en desventaja en las negociaciones de un nuevo gobierno municipal, en las que ERC parece mucho mejor posicionada.
Dado que PSC y Comuns no suman mayoría, será necesario el apoyo de más grupos para desencallar las cuentas. En este sentido, las próximas horas serán determinantes.