El exministro socialista José Luis Ábalos ha presentado un escrito al comité federal de ética y garantías en el que denuncia al número tres del partido, Santos Cerdán, por infringir la ley de protección de datos. El documento, al que ha tenido acceso El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, carga contra el secretario de Organización como responsable último de haberse distribuido a los medios el expediente de su suspensión cautelar de militancia incluyendo su número de DNI y la dirección de su domicilio. “Con independencia de las acciones administrativas, civiles y/o penales que por esta parte se puedan interponer”, advierte, se solicita al órgano de garantías la apertura de expediente contra Cerdán como responsable de custodiar los datos personales de los afiliados.
El que fuera responsable de Organización antes de que Santos Cerdán asumiese estas responsabilidades, reclama también al partido que “se de traslado de dicha infracción a las autoridades e instituciones pertinentes conforme se recoge al artículo 420 RFD”. El partido distribuyó una primera versión de una resolución, firmada por Cerdán, en la que aparecían datos privados del exministro como el número del Documento Nacional de Identidad o la dirección de su domicilio. Minutos después enviaron una corrección en la que ya no aparecía esa información.
Como ha adelantado ‘La Sexta’ y confirman fuentes de la dirección socialista, Ábalos ha presentado dos escritos para defenderse del proceso que ha abierto contra él la dirección del partido. El segundo de ellos se dirige a la propia Secretaría de Organización, donde Ábalos se queja de que el partido trasladó su decisión de abrirle expediente antes de que se cumpliese el plazo de 24 horas que le habían dado para que entregase su acta de diputado. Para acreditarlo adjunta varios titulares de prensa en el que aparece esa información en la mañana del martes 27 de febrero, antes de que expirase el ultimátum.
En la víspera, el lunes 26 de febrero, la portavoz del PSOE, Esther Peña, trasladó que la Ejecutiva Federal había decidido por unanimidad pedir a Ábalos que entregara su escaño por “responsabilidad política” en el ‘caso Koldo’, que investiga presuntas mordidas en contratos de compra de material anticovid.
La semana anterior, la Guardia Civil había detenido a Koldo García Izaguirre, asesor de Ábalos durante su etapa en el Ministerio de Transportes. Según la investigación, participó en una presunta trama de contratos amañados durante la pandemia. Peña dejó claro que sobre Ábalos no había ningún cargo ni señalamiento judicial o policial, pero en todo caso le reclamaban que diese un paso a un lado por “responsabilidad política”.
A pesar de todo, Ábalos se resistió a dejar su escaño, abandonó el Grupo Parlamentario Socialista y pasó al Grupo Mixto, alegando que era inocente y entregar su acta sería igual que reconocer su culpabilidad.
Cambio de estrategia
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Ese mismo martes, después de que Ábalos hiciese pública su decisión de resistir en el Congreso, el PSOE hizo público que le suspendía cautelarmente de militancia y abría expediente disciplinario por haberse saltado las resoluciones del partido. El informe señalaba además que Ábalos contaba con cinco días para hacer llegar al instructor del expediente las pruebas con las que pretende defenderse y además podía interponer un recurso ante la Comisión de Ética y Garantías en el plazo de diez días hábiles.
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Ahora Ábalos ejerce ese derecho, pero además contraataca y señala directamente a Cerdán, su sucesor en la secretaría de Organización y su interlocutor en los días en que el partido le trató de convencer para que dejase su escaño. Hasta ahora, Ábalos había tratado de tranquilizar a su partido asegurando tanto que votaría en la misma línea que el Gobierno como rechazando “tirar de la manta”. Frente a ello, opta por presentar batalla. Ya en su discurso de despedida dejó alguna alguna amenaza velada, al defender su decisión de presentar batalla para “asistir al final de esta partida, obligando a quienes ahora pretenden echarme a la calle, por la puerta de atrás, tengan que mirarme a la cara”.