“Vamos de paisano para pasar desapercibidos y así poder localizar a personas que se buscan o actuar en robos con fuerza poco después de que se cometan, es decir, en delitos en los que sea necesario un poco de discreción”. De esta forma explica el responsable del Grupo de Delincuencia Urbana, que depende de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la comisaría de los Mossos d’Esquadra en Badalona, las funciones de estos agentes de paisano. Son la unidad de paisano más antigua del área de Barcelona.
EL PERIÓDICO ha patrullado una jornada por Badalona junto con una unidad de Furas, como se denominan a estos agentes sin uniformar de la policía catalana. Ha sido testigo de cómo peinan las calles de la tercera ciudad de Catalunya en busca de delitos recién cometidos y alertas recibidas. Como muestra el vídeo que acompaña esta información, el diario ha podido observar la detención de un sospechoso de apuñalar a otro hombre tras una pelea en una boca de metro. Y también el arresto de uno de los dos ladrones que forzaron un coche para llevarse objetos de su interior. Asimismo, estuvo presente cuando los mossos buscaron dentro de una fábrica de Sant Adrià de Besòs a dos presuntos delincuentes que habrían agujereado el techo para entrar a robar en la nave.
La policía recibe en Badalona un volumen “elevado” de incidentes por el número de emergencias, alertando de delitos de todo tipo como hurtos, robos, peleas o violencia de género, a los que acuden patrullas uniformadas. Los agentes de paisano las complementan: “El Grupo de Delincuencia Urbana estamos un poco fuera de esos servicios y trabajamos la actuación ante delitos, principalmente los robos con violencia, y la búsqueda de posibles sospechosos”. Para eso, es fundamental que estos Fura, como se denominan a las unidades de paisano de mossos, recorran las calles de Badalona.
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Su conocimiento de la delincuencia, de los tipos delictivos más habituales y de las zonas por dónde circulan los criminales en la ciudad los convierten en auténticos especialistas en la prevención. Además son un recurso ágil para una actuación rápida ante una alerta.
Badalona, singular
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Este grupo de delincuencia urbana es el más longevo del área de Barcelona, ya que la comisaría de Badalona abrió sus puertas en 2003 y la unidad se creó ya entonces, siguiendo el ejemplo de otras ciudades como Olot o Vic, pero adaptado a la realidad de este municipio. Y es que las singularidades de Badalona, una ciudad muy poblada, con medios de transporte muy accesibles y un fuerte tejido social, hacen que aparezcan “todas las tipologías delictivas”.
La unidad recopila información y la analiza para detectar los delitos que más alarma social provocan, como los robos con violencia. Y a partir de ahí la experiencia de los agentes hace que su actuación se concentre en zonas en las que se han registrado varios en poco tiempo o en las que prevén que se vendan productos sustraídos, lo que supone un delito de receptación. Patrullan sin levantar sospechas y sorprenden a delincuentes in fraganti mientras cometen un delito. Para ello es fundamental el contacto tanto con entidades sociales, como vecinos o comerciantes, pero también con otros delincuentes.
Integrarse en la calle
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Así, se pasan casi todo su turno en la calle para atender tanto hurtos en centros comerciales o en transporte público y como robos con fuerza dentro de coches o en aparcamientos. “Conocemos las zonas por las que se mueven los habituales y, cuando hay una alerta, podemos detectar alguno que lleve objetos robados encima, como móviles. Quizá no podemos demostrar de dónde han salido, pero los podemos acusar de apropiaciones indebidas y receptación”.
Los responsables de este Grupo de Delincuencia Urbana señalan que Badalona tiene una actividad delincuencial muy particular, nada que ver con otras ciudades como Barcelona, en la que predominan los hurtos en zonas turísticas, o Sant Adrià del Besòs, donde hay mucha criminalidad asociada a drogas.
“Aquí en Badalona tenemos delitos mucho más variados”, remarcan desde esta unidad, que parte con la ventaja de conocerse al dedillo la geografía criminal de la ciudad. “Cuando se comete un robo con fuerza en el interior de un aparcamiento comunitario, por su ubicación podemos saber quien puede ser el delincuente más probable, al cotejar con detenciones o identificaciones de sospechosos habituales de la zona”.
En este sentido, señalan que hay delincuentes que están activo durante una época y luego desaparecen o que se dedican a un tipo específico de robos, como atracos a taxis. O los hay que solo actúan cuando necesitan dinero para comprar droga, ya que tienen adicciones fuertes. Los agentes también hacen tareas de reconocimiento de sospechosos que luego pueden servir a otras unidades de Mossos para resolver delitos cometidos en otras poblaciones. Para ello, visionan imágenes para ver si conocen a alguno de los delincuentes más activos y reincidentes de su ciudad.
Menos robos
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Los agentes de paisano tienen que tener “contundencia cuando se requiera, pero también mano izquierda para relacionarse con delincuentes y conseguir información”, explican desde la unidad. En este sentido, concluyen que la experiencia que da la calle es fundamental para garantizar buenos resultados, es decir, un descenso de delitos.
Y es que pese a un incremento de un 2,7% de la criminalidad en Badalona entre 2022 y 2023, los robos concretamente han bajado. Algunos con un descenso considerable, como los robos con fuerza (un 33% menos), los robos con violencia (-8%) y los de interior de vehículo (-2%). Se produjeron 5.769 hurtos en Badalona en 2023, un 1% menos que en 2022, mientras que las amenazas subieron casi un 10% y las lesiones un 9%, si se comparan los dos años.